El Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres–Oriental demandó este martes a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo solución al saqueo del agua en esta región de Puebla, donde se concentra uno de los mayores parques agroindustriales con la presencia de las transnacionales Granjas Carroll, Driscoll’s, Cervecera Heineken, Iberdrola y la automotriz Audi.
La postura la emitió Renato Romero, uno de los integrantes del movimiento campesino, luego de que la mandataria federal diera a conocer el Plan Nacional Hídrico 2024-2030, del que aseguraron campesinos poblanos la Cuenca Libres-Oriental fue excluida de los apoyos.
A través de redes sociales, el defensor del agua solicitó a la Federación que se haga una auditoria a la administración de la delegación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Puebla, en manos de Beatriz Torres Trucios, y se revise concesión por concesión, pozo por pozo, a fin de que se acabe con la corrupción, el tráfico de concesiones y huachicoleo del agua en el estado.
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Después de esta auditoría, demandó como un acuerdo de los campesinos de la región que desaparezca la Conagua, creada en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, por corrupta y burocrática.
Además, exigió la salida de las empresas extranjeras de la región Libres–Oriental, por el alto consumo de volúmenes de agua y acaparamiento del mejor suelo cultivable, pese a que contaminan con residuos sólidos, gases tóxicos y de efecto invernadero, en detrimento de la economía campesina local.
También pidió que el nuevo gobierno federal quite la veda que impusieron en la región, desde hace 50 años, que impide que los ejidatarios y pequeños propietarios tengan acceso a permisos para la excavación de pozos de riego agrícola.
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A Sheinbaum Pardo, solicitó un estudio científico de la existencia del uso de cualquier tecnología que inhiba el ciclo natural de las lluvias (avionetas, drones…), que inicialmente estaría a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), pero que nunca entregó en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y se tipifique como un delito grave contra el medio ambiente.
Al final, el Movimiento en Defensa del Agua de la Cuenca Libres–Oriental reclamó justicia por los hermanos asesinados en Totalco, Perote, mientras se manifestaban de manera pacífica frente a la planta de Granjas Carroll, por el acaparamiento del agua.
En este caso, Renato Romero reclamó que se investigue a la empresa Granjas Carroll de México, al presidente municipal de Perote y a los gobiernos estatales de Veracruz y Puebla, así como a funcionarios federales que pudieron tener probable responsabilidad en el crimen que cometieron con la represión al movimiento campesino.
Afirmó que, en esta región de Puebla, que colinda con Veracruz, “no hay crisis del agua ni sequía, sino saqueo, acaparamiento y robo del recurso por la industria, agroindustria y los terratenientes que cultivan cientos de hectáreas con pozos de riego”.
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Expuso que el expresidente López Obrador “no tocó a la Conagua”, a pesar de que contaba con información de la corrupción y tráfico de concesiones al interior de este organismo.
Criticó que tampoco impulsó iniciativas para que se aprobara una nueva Ley Nacional de Aguas que acabara con los negocios y el huachicoleo del recurso hídrico.
Al final, dijo que a los campesinos los condenaron a desaparecer con el Tratado del Libre Comercio, que trajo la importación de maíz barato que quebró la agricultura campesina, que vienen padeciendo desde hace 30 años.