En vías de construir un proyecto conjunto con España, con quien México comparte el reconocimiento del Proceso artesanal de fabricación de la talavera que es Patrimonio cultural inmaterial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) desde 2019, fue presentado por la Secretaría de Cultura (SC) de Puebla el llamado Plan especial de salvaguardia de los procesos artesanales de la elaboración de la Talavera.
Con el acompañamiento del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la próxima participación de Tlaxcala, estado con quien Puebla comparte el reconocimiento de la Unesco, el plan busca salvaguardar los procesos de fabricación de esta cerámica mayólica gestada hace cuatro siglos producto de varias tradiciones artísticas: con origen islámico e hispánico, y nutrida por conocimientos mesoamericanos.
Se trata, como señaló durante una rueda de prensa el titular de la SC, Sergio Vergara Berdejo de mantener no sólo el reconocimiento de la Unesco sino de salvaguardar los procesos de elaboración en sí mismos, pues no se trata de una “fábrica” sino de procesos artesanales en los que se ven incluidos materiales, tiempos, artesanos, formas y diseños.
En ese sentido, Daniela Porter, directora de Patrimonio cultural de la SC, recordó que el Plan especial de salvaguardia de los procesos artesanales de la elaboración de la Talavera acompañó el expediente que fue el que provocó la inscripción ante la Unesco. Dijo que a tres años de elaborado y a petición de la propia Unesco, la SC lanza este plan que incluirá visitas a los talleres, reuniones con portadores y consultas para crear no solo la identificación y descripción del estado actual de la producción de talavera, sino para definir medidas con propuestas a corto, mediano y largo plazo. “Será un instrumento de gestión para que todos los involucrados en el proceso, sepan que les toca hacer en el área de salvaguardia de la manifestación cultural, y asegurando su desarrollo”, expuso.
En ese sentido, Luz de Lourdes Herbert Pesqueira, directora de Patrimonio Mundial del INAH, recordó que el reconocimiento del Proceso artesanal de elaboración de la talavera que es Patrimonio cultural inmaterial por la Unesco desde diciembre de 2019 nació de la colaboración entre México y España para ser la primera inscripción transcontinental de América Latina y la décima de México en el listado.
Su importancia radica, dijo acompañada de la subdirectora del Centro INAH Puebla, Shantall Guzmán, en cómo los conocimientos ancestrales transmitidos de generación en generación, fruto de saberes de la fusión entre México y España, se han adaptado a las necesidades contemporáneas abriendo nuevos caminos en lo utilitario y en la manera en que se identifican en las comunidades.
Expuso que el papel del INAH a través de la dirección de Patrimonio Mundial será ser “el vínculo de comunicación” entre las instancias mexicanas y las españolas. En ese sentido, dijo que cada una de las entidades participantes -Talavera de la Reyna, Puente del Arzobispo, Tlaxcala y Puebla- tendrá su propio plan, para que entonces confluyan en uno solo con estrategias que sean para España y México.
En su caso, Germán Gutiérrez, presidente del Consejo Regulador de la Talavera, afirmó que la salvaguardia de los procesos de elaboración artesanales se ha dado desde el siglo XVII. “Afortunadamente, en Puebla somos los que seguimos con esa tradición, seguimos con ese proceso, tal cual las Ordenanzas de 1653 (…) Puebla nunca ha dejado de salvaguardarla, somos evidencia de que las familias viven alrededor, el turismo viene a Puebla a ver la talavera, a comprar la talavera y los procesos artesanales los seguimos conservando”, dijo. Por tanto, el representante de los 12 talleres que forman parte del Consejo regulador estimó que el plan de salvaguardia presentado por la SC solamente “nos está ayudando a organizar y a formarlo un poquito en el papel para poder entregarlo a la Unesco”.
Destaca que España, en particular el Puente del Arzobispo, ya cuenta con su propio plan de salvaguardia, como detalló su coordinador Bienvenido Maquedano. Mediante un video dijo que el reconocimiento de la Unesco para el caso español “no ha repercutido realmente en la salvaguardia de los procesos artesanales”, por lo que se puso en marcha un plan que les llevó ocho meses de trabajo y se tradujo en 69 medidas que pueden ayudar a revertir la situación de decadencia y de olvido de la cerámica.