Una plaga de mosquitos afecta a las juntas auxiliares de San Baltazar y Los Ángeles Tetela, San Francisco Totimehuacan, San Pedro Zacachimalpa, Santo Tomás Chautla, Guadalupe Tecola y Azumiatla, así como a las colonias de la zona Sur–Oriente del municipio de Puebla.
En un recorrido realizado por la presa, los afectados refirieron que la situación se agrava después de las 6 de la tarde cuando se forman enjambres sobre la maleza crecida y el lirio acuático.
Los vecinos reportan ronchas e hinchazón en el cuerpo generada por los piquetes del que es conocido como vector de enfermedades.
La presencia del insecto es clara durante todo el día en la zona. Basta detenerse en un punto para que en menos de un minuto se acerque un grupo importante de mosquitos e intente picar a una persona.
La plaga también ataca a los animales de granja y de carga como vacas, caballos y mulas de los campesinos de la región que tienen que tapar sus lomos para evitar hinchazón en sus cuerpos.
Los vecinos pidieron intervención de las autoridades para controlar la plaga ante el riesgo de que sean portadores de enfermedades como el dengue, chikungunya y zika.
Durante el recorrido por San Baltazar Tetela, un grupo de trabajadores del transporte conocido como La Panga, que pasa sobre la presa a pasajeros y automovilistas, se protege del sol y de los mosquitos con frazadas en la cara para evitar ser atacados.
Asimismo, algunos albañiles que trabajan en obras particulares de la zona afirmaron que prefieren terminar sus labores y regresar a sus hogares antes del atardecer para evitar la plaga.
Este medio de comunicación buscó a funcionarios de la junta auxiliar para preguntarles qué medidas se toman para prevenir enfermedades por esta fauna nociva, sin embargo no se encontraba ni el presidente auxiliar, ni regidores bajo el argumento de que atendían “asuntos importantes”, por lo que no podían atender a la prensa.
Esta realidad se extiende hacia la zona Sur–Oriente y Sur–Poniente del municipio de Puebla donde el mosquito se agrupa sobre las riveras del Atoyac y el Alseseca, provocando los mismos riesgos a la salud.
En estas zonas la situación se complica durante la noche, razón por la cual la gente opta por comprar ahuyentadores de humo o eléctricos, los cuales a decir de médicos especialistas pueden provocar problemas respiratorios si se usan con frecuencia.
Los raidolitos se colocan en pasillos, dentro de salas y recámaras, en las entradas de las casas e incluso en establos para proteger a sus animales.
Asimismo, los afectados señalaron que, aunque el problema no es nuevo con el paso de los años se vuelve más incontrolable.
Los adultos mayores de estas juntas auxiliares afirmaron que el problema comenzó cuando los ríos y la presa se convirtieron en vertedero de los desechos industriales y orgánicos de la zona.