Atlixco. Eran las 15:50 horas del pasado sábado cuando la Secretaría local de Seguridad Pública recibió el reporte sobre un niño extraviado en la junta auxiliar de La Trinidad Tepango, ubicada sobre la carretera federal Atlixco-Izúcar de Matamoros y a ocho kilómetros de la cabecera.
Sin embargo, en el facebook una ficha elaborada por los familiares de Josué N., de cuatro años de edad, ya tenía más de tres horas circulando y compartiéndose para dar con el paradero del hijo de una pareja atliscense de campesinos.
Al llegar los elementos de la policía al domicilio del pequeño escucharon detalles de las personas involucradas en este caso: desde las 11 de la mañana, y quizá por un descuido, de plano perdieron todo contacto con el hoy fallecido.
Dentro del relato de la historia apareció un dato importante compartido por los padres de Josué: cuando dejaron de observarlo estaban cerca del ojo de agua de esa comunidad rural. Un espacio ocupado para el proceso de sembrado y cosecha de frutas y legumbres.
“En consecuencia autoridades, vecinos y familiares tomaron la decisión de buscarlo en el interior del estanque. Y solicitaron el apoyo del cuerpo de rescate acuático de la delegación en Puebla de la Cruz Roja Mexicana”, citó una fuente oficial.
Éstos comenzaron cuando aún irradiaba el sol, ante la preocupación y angustia de prácticamente todo el pueblo. Justo en la transición entre la tarde y la noche de ese día quedó confirmado el final inminente.
“Buzos de búsqueda y rescate, junto con Bomberos y personal de Protección Civil del ayuntamiento de Atlixco recuperaron el cuerpo del menor en el interior del jagüey. Y de inmediato se dio parte de este lamentable hecho a las autoridades ministeriales”, detallaron las dependencias. El de Josué es el segundo caso con características similares en este municipio en los últimos tres años.
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