El vicealmirante Francisco Sánchez González, secretario de Seguridad Pública del estado de Puebla (SSP), pedirá al alcalde de Huejotzingo, Roberto Solís Valles, la remoción del director del penal por incumplir con el perfil e incurrir en malas prácticas.
En entrevista, el alto mando marino reveló que el domingo recibieron una denuncia anónima sobre la prisión de Huejotzingo, por lo que iniciaron una revisión al lugar que administra el ayuntamiento.
“Voy hacer una recomendación al presidente municipal para que remueva al director del penal, porque de acuerdo al criterio de nosotros, no cumple con el perfil para ocupar dicho cargo”, declaró.
Además, puntualizó que la denuncia fue en el sentido de que el reclusorio municipal opera con irregularidades y malas prácticas, sin precisar la información.
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Sánchez González afirmó que la revisión al penal de Huejotzingo se hizo con apego a los derechos humanos y bajo los protocolos establecidos, participando personal de la Subsecretaría de Centros Penitenciarios, que estuvo a cargo de la revisión de las instalaciones y áreas comunes, en donde se encontraron diversos objetos prohibidos y posible droga.
Como resultado de la revisión, se aseguraron 18 envoltorios con posible cristal y marihuana, siete pantallas y cinco controles, 11 bocinas, 17 celulares y 28 aditamentos para estos dispositivos, 26 ventiladores, cuatro aparatos eléctricos y siete armas punzocortantes.
Al respecto, el titular de la SSP dijo que por parte del estado solo tienen a cargo cinco reclusorios, mientras que los otros 11 penales están bajo la administración de los municipios.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CDH) reportó en enero pasado una calificación reprobatoria al centro de reclusión de Huejotzingo de 4.8, en una escala del 1 al 10, por una serie de observaciones que se efectuó al sitio.
El organismo destacó que se registran problemas de seguridad, sobrepoblación, deficientes condiciones de higiene, falta de acceso a la salud y educación, así como de actividad laborales y recreativas.
De manera particular, reveló que en el momento de la visita en el reclusorio el estudio reportó que había 238 internos, en ese momento, cuando solo tiene capacidad para albergar a 177 personas privadas de su libertad.
Esto significa que hay una sobrepoblación de más de 60 personas en el centro penitenciario.
Derivado de la sobrepoblación, se cita: “existen literas con camas de hasta tres y cuatro pisos, casi pegando al techo del dormitorio, que representa un alto riesgo para el interno ante una posible caída”.
Los visitadores de la CDH también alertaron que hay un riesgo de incendio, debido a que el sistema eléctrico se encuentra en pésimas condiciones, con añadiduras, recubierta por una capa de tela que ante cualquier falla podría generar un siniestro
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