El dirigente del PRI en el municipio de Puebla, Víctor Manuel Carreto, aseguró que no temen expulsar de sus filas a Carlos Meza Viveros, quien también dirigió al tricolor en la capital y ahora simpatiza con Morena.
Este último se reunió el viernes pasado en conocido café del centro con Luis Miguel Barbosa, candidato a la gubernatura por la coalición “Juntos Haremos Historia”. Tras el encuentro, el abogado declaró que priistas apoyarán a Andrés Manuel López Obrador y el Movimiento Regeneración Nacional se llevará carro completo en la elección del 1 de julio.
Sin embargo, Carreto reconoció que aunque cuentan con suficientes elementos para proceder, por ahora no consideran iniciar un proceso de expulsión en su contra, porque es un tema que todavía tendrán que analizar con la comisión de Justicia Partidaria en el PRI nacional.
“No puede uno estar reuniéndose con el enemigo de las causas populares, de los empresarios más importantes, con el enemigo del crecimiento, de la educación pública, como es Morena, y pretender seguir con un pie dentro del partido; yo no le veo objeto. Si quisiera estar dentro de otro partido y me siento tan mal en el mío, me voy a otro simplemente, yo no veo por qué andar ahí haciéndole al gatopardo”.
Mientras tanto, le pidió dejar de declarar contra el partido en el que alguna vez militó, y agregó que si está inconforme, lo abandone por voluntad propia.
“Esto no es una cosa para andar contemplando o tenerle miedo, al contrario, no tiene las cartas credenciales para permanecer dentro el partido, pues vete. Es más, yo le invitaría a que ya dejara de hacer estas cosas y que se fuera porque sí hace daño y crea confusión en la base”.
Recordó el caso de la expulsión de Fernando Morales Martínez, hijo del ex gobernador priista Melquiades Morales Flores, y quien ahora dirige Movimiento Ciudadano. Sentenció que es un ejemplo de que no permitirán la presencia de quienes atenten contra el tricolor.
Para el presidente del PRI en el municipio de Puebla, Carlos Meza representa una página negra de la historia del propio priismo y dentro de Morena genera una mala imagen.
Esta situación, dijo, incluso ha generado pugnas internas dentro del partido de izquierda, porque quienes llevan tiempo trabajando por una izquierda real “van viendo cómo el barco se va llenando de panistas y de lo peor del priismo”.