En promedio, mensualmente el ayuntamiento de Puebla atiende a un total de 500 personas, en su mayoría mujeres violentadas, jóvenes y adultos mayores con depresión, en el contexto de la epidemia por Covid-19, reveló Enrique Glockner Corte, secretario del Bienestar en el municipio.
En conferencia de medios el funcionario municipal informó que las personas que acuden a recibir atención psicológica que brinda el gobierno municipal a través de la Secretaría han aumentado gradualmente con el avance de la enfermedad, cuyo semáforo epidemiológico hoy se encuentra en color verde.
Expuso que los pacientes son atendidos de manera semanal o quincenal según sea su padecimiento en el área de salud mental.
Expuso que el apoyo a las mujeres violentadas se ofrece en coordinación con la Secretaría de Igualdad Sustantiva de Género, debido a que en su mayoría son violentadas en el hogar.
“Tenemos psicólogas especializadas para la atención de mujeres que han sido víctimas de violencia en el hogar que es a donde se han presentado más casos y ha sido un tema recurrente. En el caso de los adolescentes la depresión y los suicidios también ha sido un tema que ha aumentado aunque no es un fenómeno propio de la ciudad”, acotó.
El funcionario manifestó que estas acciones forman parte del programa Sentirse Bien, a través del cual se han realizado 13 mil 295 servicios en un año.
Expuso que con esta estrategia se ha podido tener acceso y acercamiento a la población con cierta vulnerabilidad.
Indicó que la inversión en el mismo supera el millón y medio de pesos para medicamentos y análisis clínicos durante este año, a lo que se debe de sumar el pago de los honorarios de los médicos y demás personal de la salud de siete centros de desarrollo comunitario, los cuales entre otras cosas cuentan con consultorios para dar fisioterapia.
Indicó que los siete centros se ubican en Guadalupe Hidalgo, Tres Cruces, Solidaridad, San Aparicio, San Ramón, SNTE y Santo Tomás Chautla.
Sostuvo que a través del programa se ha apoyado a personas con enfermedades crónico degenerativas como diabetes e hipertensión que por miedo a la epidemia no se atendían para mantenerse estables.
“Los servicios de enfermería y atención psicológica son los más recurrentes. Con este programa se le pudo brindar atención a un adulto mayor que sin darse cuenta tenía su glucosa en 400 y no se había dado cuenta”.
Al respecto subrayó que una geriatra acude directamente a los domicilios, principalmente de adultos mayores para darle seguimiento a sus padecimientos.
“En lo que va del año se han atendido unas 800 personas. Cuál es la situación que guarda. Hemos actuado en el momento justo que los pacientes lo han requerido, ya que de no hacerlo las consecuencias hubiesen sido fatales”, expuso.