La capital de China obtuvo la sede de los XXIX Juegos Olímpicos luego de superar en la votación a Toronto, París, Estambul y Osaka.
En el atletismo apareció el mejor velocista de toda la historia: el jamaiquino Usain Bolt, vencedor implacable en los 100 y los 200 metros planos.

En la natación, Michael Phelps siguió sumando triunfos. En los juegos chinos el invencible nadador logró nada menos que ocho medallas de oro, superando así el histórico récord de su compatriota Mark Spitz en Munich 1972.
La bella rusa Yelena Isinbaieva fue otra figura destacada, al conseguir el oro y la marca mundial en el salto con garrocha.
En el balance general, la victoria de China fue aplastante. Aprovechando su condición de local, los asiáticos sumaron 51 medallas de oro contra 36 de los estadounidenses, que aunque obtuvieron 10 más en el total, fueron relegados al segundo puesto en el medallero, algo que no ocurría desde los tiempos de la Unión Soviética y que se vislumbra poco probable que vuelva suceder; al menos hasta que los juegos vuelvan a China.
México: inicia la historia de Espinoza y Espinosa
Dos de las mejores atletas mexicanas de la historia iniciaron su andanada de éxitos en Pekín. Ambas llevaban casi el mismo apellido, diferenciado apenas por una letra: María del Rosario Espinoza, taekwondoína, y Paola Espinosa, clavadista. La segunda había acudido a los juegos de 2004, pero sin conseguir nada destacable. En la capital china, ya con más experiencia, se hizo del bronce junto con Tatiana Ortiz en los saltos sincronizados desde la plataforma de 10 metros. María del Rosario, por su parte, obtuvo el oro en la categoría de más de 67 kilogramos. Además de ellas, Guillermo Ortiz también hizo sonar el himno nacional al triunfar en la categoría de menos de 58 kilogramos, en el tae kwon do, y Damaris Aguirre, en la halterofilia, se llevó el bronce.
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