Atlixco. Una familia atliscense pasó en los últimos días tragos amargos debido a su contagio de dengue. Después de entrar y salir en varias ocasiones del hospital, poco a poco recuperan la salud.
La situación por momentos llegó a un grado insospechado: de plano la casa de Patricia y de David N. terminó fumigada por las autoridades correspondientes.
De paso confirmaron a La Jornada de Oriente tener conocimiento de varías casos más en al menos dos colonias, especialmente del sur, de ésta mancha urbana.
Entrar y salir
Primero era el vómito, después la fiebre, los mareos y el cansancio. Y así las tres personas involucradas pasaron por esa enfermedad. A más de una semana de confirmarse esa situación, a través de pruebas particulares de laboratorio, el dengue poco a poco comenzó a ceder.
Agregaron a pesar de esta situación complicada apareció en las últimas horas una buena noticia: “Acaban de venir a fumigar la casa de parte del Hospital Universitario (HU) en el cual nos atendimos desde el primer momento”, citó la mujer.
Compartió recibieron la llamada de personal de ese nosocomio para solicitarle la realización de más exámenes de sangre. “Lamentablemente no pude porque aún no estoy totalmente recuperada y no me siento bien. Sin embargo, enviamos los resultados realizados de manera privada”, destacó.
Apuntó estar “a gusto por la premura con la cual atendieron esa situación sanitaria. Pero es necesario destacar algo: la persona responsable de fumigar aceptó en efecto hay un brote de dengue considerable en muchas partes de Atlixco. Allá por la colonia Valle Sur y sus alrededores”.
Pero, lamentó, las personas infectadas deciden atenderse en otros lados y esas estadísticas no son reportadas a las instancias oficiales de salubridad. “Es fundamental, de parte de los ciudadanos, avisar al centro de salud del padecimiento de ese mal para la inmediata atención”, cerró.
Los gobiernos del estado y de Atlixco arrancaron dos meses atrás una serie de tareas encaminadas a combatir el mosquito responsable de propagar ese mal. Y fue en dos vertientes: la descacharrización y la fumigación constante.