Cerca de 2 mil empleados del Sexto Circuito del Poder Judicial Federal (PJF), radicado en Puebla, iniciaron un paro indefinido de labores en contra de la reforma que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que propiciará la suspensión en la resolución de más de 60 mil expedientes.
La suspensión de actividades forma parte de una protesta que los integrantes del PJF iniciaron este inicio de semana a nivel nacional y de la cual no se sabe la fecha en la que concluirá pues los inconformes buscan que el jefe del Ejecutivo de marcha atrás a su propuesta.
En Puebla, la protesta abarca a alrededor de 2 mil empleados, entre sindicalizados y de confianza, y entre quienes se encuentran 40 titulares entre jueces y magistrados; así como a 42 órganos jurisdiccionales, entre juzgados y tribunales, en donde se atenderán solo casos de urgencia, previo análisis del personal de guardia que habrá.
Señalaron que, por ejemplo, se atenderán casos de índole penal como ordenes de aprehensión o de liberación, así como administrativas como los amparos que buscan atención médica o el suministro de medicamentos.
La Jornada de Oriente recibió llamadas que señalaron que algunos de los trabajadores fueron coaccionados para participar en la protesta.
Fue durante los primeros días de este lunes cuando los inconformes iniciaron su protesta de forma simultanea e inicialmente en la Ciudad de México, Tabasco, Chiapas, Yucatán, Guerrero, Tlaxcala, el Estado de México y en la entidad poblana, en donde colocaron un moño negro en el acceso principal de la sede del PJF que se encuentra en Ciudad Judicial.
La suspensión se extendió a por lo menos otras 13 entidades, aunque al mismo tiempo los dirigentes de la protesta organizan una votación a nivel nacional para consultar a los empleados si están de acuerdo o no con el paro de labores, cuyos resultados se darán a conocer, probablemente, este miércoles.
En el caso de Puebla, alrededor de las 8 de la mañana inició el arribo de los trabajadores a la sede de Ciudad Judicial, quienes llegaron vestidos, en su mayoría, con una playera blanca con leyendas en contra la reforma en cuestión.
Los guardias de seguridad permitieron el ingreso solo a quienes mostraron sus identificaciones laborales.
Los empleados ya no avanzaron hacia sus oficinas sino que se concentraron en la explanada del edificio, de manera paulatina, y en donde fueron colocadas carpas blancas para protegerse del sol. En ese lugar se observaron alrededor de unos 500 trabajadores.
Al mismo tiempo llegaron usuarios, en su mayoría abogados, que realizarían trámites pendientes como asistir a audiencias previamente programadas, pero se les informó que no había ningún tipo de atención pues los directivos habían declarado un día inhábil y que no había fecha para que las labores se reanudaran.
– “Tengo una audiencia a las 10”, dijo un abogado a un vigilante.
– “No hay servicio, mi jefe”, respondió el guardia, por lo que el litigante se retiró.
Alrededor de las 12 del día, los inconformes se apostaron afuera del edificio del PJF e hicieron varios pronunciamientos en los que señalaron que están en contra de la reforma que López Obrador propuso al asegurar que es una “estocada” a la democracia en el país pues intenta terminar con la autonomía de poderes.
Criticaron que la propuesta lopezobradorista plantee la elección de jueces y magistrados a través de un voto popular pues indicaron que los candidatos se acerquen a grupos facciosos que incluso les ofrezcan dinero o que financien las votaciones con recursos, incluso, del crimen organizado, lo que generaría compromisos con los togados.
Defendieron que la iniciativa termina con la carrera judicial y con que esta sirva para elegir a jueces y magistrados con experiencia académica y laboral, al mismo tiempo, indicaron que la reforma sí afecta los derechos laborales de los empleados debido a que no reconoce sus trayectorias académicas.
Aseguraron que no fueron convocados a los foros sobre la reforma al PJF y tampoco se han planteado mesas de diálogo con los inconformes por lo que señalaron que el paro de labores no concluirá hasta que sean escuchados.
“Vemos cómo se trata de mancillar a nuestra institución, vemos cómo se trata de desaparecer la carrera judicial que tanta satisfacción le ha dado a la población, el tener juzgadores imparciales es lo que hacer que trabaje el Poder Judicial Federal”, indicaron, al sostener que actualmente jueces y magistrados son ajenos a cualquier interés personal o político, lo que, dijeron, está en riesgo.
“Jueces que no se corrompe con la primera llamada de un diputado o de un funcionario de gobierno”, insistió Manuel Vélez, secretario de Acuerdos.
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