Con el regreso de Acción Nacional a la presidencia municipal de Puebla se desactivó la protección a la Reserva Ecológica del cerro Amalucan (RECA) y, con ello, abrió la puerta a las desarrolladoras inmobiliarias que depredan, desde hace años la zona, como sucedió con la construcción irregular de los fraccionamientos Lomas de San Juan I y II, “Torres arboladas” y el crecimiento de Haras Ciudad Ecológica.
Así lo declararon los ambientalistas Francisco Castillo Montemayor y Omar Jiménez Castro, quienes exigieron a las autoridades y empresas constructoras exhiban los Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA).
En entrevista con La Jornada de Oriente, Castillo Montemayor dijo que el exgobernador Rafael Moreno Valle ya murió, “pero parece que continúa gobernando con su política ambiental de la destrucción de los bosques”, aseveró.
“Parece que no murió Rafael Moreno Valle, sigue la misma política de depredación. Apenas se conmemoró el Día Mundial del Agua y hubo mutis por parte de las autoridades de Puebla”, reclamó.
Advirtió que no solo se extinguirá la fauna y flora endémica del norte de la capital, sino además se pone en riesgo la captación de agua y la sobreexplotación de los mantos acuíferos, en una ciudad que cuenta con un déficit de áreas verdes hasta en un 72 por ciento.
Recordó que en 2015 durante la administración del panista Rafael Moreno Valle inició la urbanización y construcción de residenciales en terrenos contiguos a la reserva ecológica cerro Amalucan y el corredor biológico que comprende precisamente desde Amalucan, Flor del Bosque y La Calera hasta Valsequillo.
Asimismo, dijo que es contraproducente la postura del gobierno capitalino, mientras la autoridad nacional decreta al Lago de Texcoco como reserva natural protegida.
“Están anteponiendo un interés económico, sacrificando el poco recurso natural; porque Amalucan es el único pulmón ecológico que nos queda”, sentenció.
En esa misma tesitura se pronunció el activista Omar Jiménez quien dijo que la política que impera en Puebla es ajena a los intereses ambientales, tras recordar que en el cerro de Amalucan hay vestigios arqueológicos constatados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“Esto se debe a la tremenda ignorancia ambiental que hay de las autoridades, a pesar de que es un derecho humano acceder a un medio ambiente sano, que nos mejora nuestra calidad de vida”, afirmó.
Coincidió que se antepone el interés económico, sacrificando los pocos recursos naturales que quedan en la capital poblana.
“Lamentablemente lo que sucede es que hay omisión de las autoridades. El gobierno federal está haciendo esfuerzos en el incremento de áreas protegidas como el Lago de Texcoco; mientras en lo local no se preserva el recurso”, acusó.
Los ambientalistas afirmaron que no se debe seguir sacrificando el medio ambiente sobre los intereses económicos, luego de afirmar de que quienes están atrás son funcionarios públicos que utilizan a prestanombres para la destrucción de bosques y áreas protegidas, para dar cabida a intereses inmobiliarios.
Este martes, con 19 votos y seis abstenciones de Morena, el cabildo de Puebla aprobó reactivar la construcción del proyecto inmobiliario Lomas de San Juan, en el Cerro de Amalucan.
Dicho desarrollador fue suspendido en septiembre del 2019 por el gobierno de Luis Miguel Barbosa Huerta, tras la tala clandestina de un centenar de árboles para dar cabida a la construcción del conjunto habitacional, ubicado en el Bulevar Apulco.
Incluso el mandatario estatal señaló que el proyecto inmobiliario era un negocio del exgobernador panista José Antonio Gali Fayad y acusó que hubo “tráfico de influencia” en la emisión de permisos y autorizaciones.
El desarrollo estaba a cargo de la empresa Hogares Edén SA de CV, con Dirk Peterson como socio principal, quien en 2017 donó al gobierno del estado 74 hectáreas del cerro de Amalucan, a cambio de permisos para edificar otra zona inmobiliaria en el área del Parque Estatal “Flor del Bosque”.