Cuando Santiago Abascal, líder del partido de ultraderecha español Vox, estuvo en México y se reunió con varios legisladores panistas, se concertó que la entonces asesora de la Senadora blanquiazul Adriana Reynozo, recibiera formación en Europa (y supongo que también financiamiento), para constituir la Fundación Patria Unida, lo cual acaba de concretarse a fines de la semana pasada.
A decir de la promotora Alice Galván López, el objetivo de la institución es “formar opinión y líderes que enfrenten la ideología de Morena e impidan que mantenga el poder en 2024”. Puebla Unida sería un brazo más de la ultraderecha mexicana, para oponerse al actual gobierno progresista de Andrés Manuel López Obrador. Abundan ya las organizaciones de este tipo.
Adriana Reynozo, había ido a fines del año pasado a España, a un curso de adoctrinamiento impartido por el ultraconservador partido Vox, aunque también se sabe recorrió otros países de Europa, como Polonia, Hungría y Francia, donde recibió formación de partidos de corte fascista.
Sorprende que Galván López afirme que la intención de la fundación sea combatir las “ideas de odio que están destruyendo nuestra civilización”, cuando la tendencia de las agrupaciones fascistas es fomentarlo, dividir a los países o en todo caso, imponer su punto de vista, sin tolerar a quienes no piensan como ellos. Odio, división e intolerancia son su sello. Ni ellos mismos se creen lo contrario, solo lo predican en el discurso.
No solo eso, sino que cae en una serie de contradicciones, porque por un lado afirma que la Fundación recién constituida no es filial de ningún partido mexicano o extranjero, subrayando que son independientes y apartidistas, cuando en los hechos, reconoce el apoyo de organizaciones extranjeras como la ya señalada Vox.
Lo que si es cierto es que, desde el principio, buscan “la incidencia política desde la sociedad civil organizada”, aprovechando instancias estructuradas ya existentes, sumándolas a sus objetivos de formar un dique de contención hacia la izquierda mexicana. Para Patria Unida no hay elementos diferenciales entre el progresismo de López Obrador y la izquierda socialista mexicana.
Es claro que la intención de esta organización fascista mexicana es evitar la continuidad de la 4T en las elecciones del 2024, otra cosa es que lo logren. Más allá de su dinamismo de los últimos tiempos que han alcanzado e impreso, siguen perdiendo mayor terreno que avanzando. La prueba inmediata es el resultado en las elecciones de Colombia y el previsible triunfo de Lula da Silva en Brasil. Aunque no podemos soslayar su repunte en Francia contra Macron o el triunfo del PP en Andalucía.
Según la visión de Patria Unida, y a decir de su dirigente Alice Galván López, no se puede “permitir que ningún gobierno ni partido aliado a las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua quiera imponer su ideología y dividirnos. Con este gobierno (el de López Obrador), nuestras libertades están en peligro.
Se augura que no tendrán eco sustantivo, menos aún influirán en la mayoría de los mexicanos, que están comprometidos con una visión distinta a la de estos grupos fascistas.