Tehuacán. Pese a promesa de dejar limpio el patio de transferencia de basura de Tehuacán, en la junta auxiliar San Marcos Necoxtla, Joel Paz Ornelas, director del Organismo Operador del Servicio de Limpia de Tehuacán (Ooselite), reconoció que no será posible cumplir con ese compromiso y se dejará como pendiente para que lo concluya la próxima administración, a que todavía falta sacar alrededor del 20 por ciento de desechos. Ese lugar se creó al inicio de la administración de Pedro Tepole.
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A decir del director la parte económica fue lo impidió que el organismo pudiera limpiar totalmente el terreno, lo cual se combinó con otros factores como el incendio que en su momento se presentó en ese espacio provocando que parte de la basura se calcinara y se mezclara con tierra, lo cual complica las labores para sacar esos residuos.
Prácticamente Joel Paz descartó que vayan a hacer un esfuerzo extra para limpiar totalmente ese espacio; argumentó que durante septiembre la generación de basura por parte de los ciudadanos se eleva hasta en un 30 por ciento, debido a los convivios y fiestas propias de la temporada, lo que provoca un uso constante de utensilios desechables.
Tocará a la siguiente administración que entrará en acción con la llegada del próximo presidente municipal, Alejandro Barroso Chávez, la que deba retomar las labores de limpia de ese patio de transferencia y efectuar el saneamiento del terreno, ya que el Ooselite no lo protegió con la geomembrana para evitar que los lixiviados se filtraran la subsuelo.
Junto con el avance de limpieza que es del 80 por ciento, el Ooselite dejará también en orden la parte programática y los reportes actualizados ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) que clausuró hace meses ese sitio.
El lugar se creó en octubre del 2021 a unos días del inicio de la administración de Pedro Tepole Hernández, supuestamente solo sería un sitio para que los camiones recolectores colocaran la basura, la cual se llevaría en góndolas al relleno sanitario de Ciudad Serdán, pero con el paso del tiempo los desechos se fueron acumulando hasta cubrir la mayor parte del terreno, por lo que los vecinos se manifestaron para impedir que el terreno se siguiera utilizando.
Una nueva movilización de vecinos logró que Profepa realizará una inspección y posteriormente clausurara el lugar, con la indicación al Ooselite de limpiarlo, labor que se fue haciendo con lentitud, presuntamente por no contar con suficientes camiones compactadores, ya que los que se tienen se utilizan para la recolección diaria de las más de 250 toneladas que se producen diariamente en la ciudad.