El pasado fin de semana se realizaron en Puebla dos actos que tuvieron como objetivo el análisis de las diversas problemáticas sociales y ambientales que afectan a diversas regiones de la entidad y también el posicionamiento de diversos actores sobre conflictos que les aquejan, específicamente el de Granjas Carroll, asentada en el territorio de Puebla y Veracruz, de la cuenca Libres–Oriental.
La 42 Asamblea por la Defensa del Territorio y Planes de Vida de los pueblos maseual, tutunaku y mestizos y habitantes de la Cuenca Río Libres–Oriental, realizada ayer domingo en Cuyuaco, denunció la impunidad de las empresas extractivas y la omisión por parte del Estado y sus instituciones. Manifestaron su rechazo a la presencia y expansión de empresas extractivas en la región, así como la defensa de sus recursos naturales y territorios, ya que ello ha puesto en riesgo el suministro de agua, además de dañar gravemente el medio ambiente.
Exigieron el esclarecimiento del asesinato de los hermanos Jorge y Alberto Cortina Vásquez y castigo a los asesinos materiales e intelectuales, así como la revisión de los permisos de Granjas Carroll para extraer agua y una investigación del grado de contaminación.
Por otra parte, en el Foro de “Análisis sobre la problemática de la cuenca Libres–Oriental”, realizado el día sábado en la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), Miriam Lastiri, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), reveló que Granjas Carroll consume entre ocho y nueve millones de metros cúbicos de agua de la cuenca Libres–Oriental, volumen que representa tres veces más el concesionado por la Comisión Nacional del Agua, que es de 3.5 millones. Mientras que Andrés Barreda, investigador del Proyecto Nacional Estratégico “Agentes Tóxicos y Procesos Contaminantes” del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología, reveló que el organismo ha clasificado a la zona como una “Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental”. Lo que coloca a la cuenca Libres–Oriental en un grupo de 70 regiones similares en el país, las cuales se caracterizan no solo por la contaminación, sino por la superposición de múltiples procesos contaminantes.
Situación que se agrava cada año ante la omisión de las instituciones y los tres niveles de gobierno frente a la impunidad de las empresas.
Las denuncias sobre Granjas Carroll, junto a otras empresas instaladas en la cuenca, se han realizado en más de una ocasión y es tiempo que las instituciones de los tres niveles de gobierno den respuesta a la población y sus organizaciones, que exigen revisar todos los permisos y concesiones de cada una de las empresas.