Al cierre de la presente edición, obreros de la fábrica textil Mary Tex, ubicada en el municipio poblano de San Salvador El Verde, se hallaban alerta y solicitaban la intervención de autoridades, pues dijeron que habían detectado grupos de choque que intentarían romper con violencia el paro de labores pacífico que iniciaron la madrugada del sábado pasado.
Los trabajadores estaban pidiendo que acudieran al sitio elementos policiacos y visitadores de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Puebla (CDHP) para evitar cualquier agresión.
Vía telefónica, los líderes del movimiento dijeron a esa casa editorial que temían un ataque y que el campamento instalado en la factoría estaba integrado mayoritariamente por mujeres.
A pregunta expresa, indicaron que también solicitarían la intervención de un notario que diera fe de su movimiento, pues temen que los dueños de la empresa acusen a los inconformes de robo.
La suspensión de labores la iniciaron la madrugada del pasado 4 de julio, denunciando que apenas inició la cuarentena, los dueños de la empresa recortaron los sueldos hasta en 50 y 75 por ciento, de manera unilateral y sin que el sindicato Textil Libertad los defendiera.
Pero no solo hubo una disminución unilateral de los emolumentos, sino que por tres semanas no les habían pagado.
El sábado la compañía les liquidó una semana adeudada, por lo que restan aún los pagos de otras dos.