En opinión del dirigente del Consejo de Comerciantes del Centro Histórico (CCCH), José Juan Ayala Vázquez, el único cambio que se aprecia en el zócalo de la ciudad de Puebla, tras la remodelación por parte de Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), es que fue lavado por las “naranjitas”.
Consideró que los trabajos efectuados no compensan la afectación económica y decremento en la llegada de turistas que se registró durante los meses que permaneció cerrado.
Asimismo, expuso que no se trataba solo de intervenir esa parte de la capital poblana sino de mejorar el entorno, con acciones por parte del ayuntamiento de Puebla, tales como reubicar a los comerciantes informales y evitar botes llenos de basura.
“El que le quitaran uno de los lugares más emblemáticos del estado nos ha costado, económicamente hablando, en cuanto a turismo, en cuanto a todo lo que se maneja y que ayuda a que la ciudad sea productiva, pues nos ha quitado muchísimo… No se trata de hacer algo para agradar, se trata de hacer algo para que mejore la zona”, expresó en entrevista telefónica.
La fue inaugurada este día, con retrasos en la entrega, reducción de alcances y de recursos en 80 por ciento, respecto a lo proyectado inicialmente.
La remodelación del zócalo fue inaugurada ayer por la edil Claudia Rivera Vivanco, con retrasos en la entrega, reducción de alcances y de recursos en 80 por ciento, respecto a lo proyectado inicialmente.
Los trabajos incluyeron mantenimiento a la fuente de San Miguel, la reubicación de un macetón de hierro y de cinco bancas, así como el retiro de la herrería que protegía las jardineras.
Ayala Vázquez consideró que será difícil atraer nuevamente a los turistas al corazón de la ciudad, después de que en varias ocasiones ha sido cerrado, ya sea por los trabajos de remodelación o como parte de las medidas para controlar la epidemia de Covid-19.
Añadió que también será complicado por las recurrentes manifestaciones o marchas que pasan por el zócalo o que ahí se concentran.
El dirigente del Consejo de Comerciantes abundó que las obras que se realizan en el Centro Histórico regularmente llegan a ocasionar caída de hasta 20 por ciento en el comercio establecido, tal como actualmente ocurre con las calles 8 y 10 Poniente, donde la rehabilitación planeada por el ayuntamiento de Puebla quedó inconclusa.
En esas vialidades el adoquín se encuentra levantado, por lo que hay dificultad para circular o transitar, además de que los establecimientos se enfrentan al problema de que se levanta gran cantidad de polvo que se llega a impregnar en la mercancía.
José Juan Ayala refirió que en general, el nivel de ventas en los comercios formales se encuentra al 50 por ciento, con relación a antes de la llegada del SARS-CoV-2 a esta entidad federativa.