Al cumplirse una semana del ataque a un “picadero” en San Miguel Canoa, que dejó como saldo siete muertos, las autoridades del vecino estado de Tlaxcala no han detectado el ingreso de los autores de la masacre, o sospechosos de serlo, en su territorio.
El titular de la Secretaría de Gobernación tlaxcalteca, Sergio González Hernández, declaró a medios locales que tampoco se ha identificado a algún ciudadano de Tlaxcala entre las víctimas:
“No tenemos hasta el momento conocimiento formal, se habla de que pudiera haber algunas gentes de San Isidro Buensuceso, pero no tenemos ningún comunicado oficial que nos diga que hay tlaxcaltecas dentro de las personas que fallecieron”.
La semana pasada, La Jornada de Oriente en su edición para Tlaxcala, en una nota rubricada por Daniela Ramírez Vázquez, dio a conocer que Ante el ataque de un grupo armado que dejó seis muertos y un herido en la junta auxiliar de San Miguel Canoa, estado de Puebla, el titular de la Secretaría de Gobierno (Segob), Sergio González Hernández sostuvo que la violencia identificada en la entidad vecina “no ha desbordado la seguridad en Tlaxcala”.
“Revisen la estadística, revisen los hechos. Ahorita tenemos una situación difícil, sí, y la estamos viviendo porque somos limítrofes con el estado de Puebla, y eso nos obliga a estar alertas”, refirió y luego sostuvo que estos casos no han disminuido la seguridad en Tlaxcala.
Ante medios de comunicación, el secretario de Gobierno afirmó que el estado vecino mantiene sus condiciones de paz y de tranquilidad, aunque no exento de eventos “desafortunados” que obligan a reforzar y trabajar más ampliamente en las estrategias de seguridad, así como en la coordinación con el gobierno de Puebla. “Pero no estamos desbordados en el tema de la seguridad”, reiteró.
Cabe recordar que en las horas posteriores a la matanza de Canoa, testigos afirmaron haber visto a tres camionetas blancas que huyeron con rumbo a San Pablo del Monte, aunque otras versiones señalaron que se enfilaron con rumbo a Amozoc de Mota, lugar donde operan “Los González”, una banda a la que se atribuye el crimen y la cual reivindico, en alianza con “Los Tepeacas”, el abandono de los cadáveres descuartizados de cuatro personas en Chachapa.