La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negó a Cementos Moctezuma SA de CV, que pertenece a la multinacional catalana Cementos Molins, la autorización del Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) para la explotación, extracción y aprovechamiento de un yacimiento de yeso en el municipio de Chietla.
La ampliación del proyecto, ubicado en la Sierra Mixteca de Puebla, pretendía arrasar con ocho hectáreas de selva baja caducifolia.
De acuerdo con la Gaceta Ecológica número 035/23, la Semarnat determinó “no aplicar” el Manifiesto de Impacto Ambiental que el corporativo ingresó el pasado 16 de diciembre de 2022, con clave de proyecto número 21PU2022MD098.
En el proyecto la cementera reconoció que la extracción del mineral de yeso provocará afectaciones al medio ambiente por la pérdida de vegetación y de suelo.
Derivado de esta situación, pobladores del ejido Lagunillas de Rayón, perteneciente a Chietla, protestaron por los daños que causa al medio ambiente la minera de Cementos Moctezuma en la localidad, el cual denunciaron se dio a través del despojo de tierras comunales y desplazamiento de ecosistemas por el uso indiscriminado de explosivos para el aprovechamiento industrial de minerales.
La solicitud que ingresó la empresa a la Semarnat consistió en el cambio de uso de suelo del predio llamado “La Mole”, que contempla una vida útil de hasta 31 años.
Dicho proyecto se pretendía llevar a cabo en una superficie de 19.01 hectáreas, que corresponde a la tercera etapa del terreno ya autorizada, cercana a las plantas de Apazapan y Tepetzingo.
Actualmente, el uso que se le da al predio en donde se abriría la mina “es de ganadería extensiva, por lo que el cambio de uso de suelo en terrenos forestales se ejecutará mediante el desmonte en una superficie de 8.09 hectáreas de selva baja caducifolia”.
La trasnacional Molins está presente en México desde 1988, a través de la compañía Corporación Moctezuma, que dispone de tres fábricas de cemento en el país: Tepetzingo, Morelos; Cerritos, San Luis Potosí, y Apazapan, Veracruz; además de estar presente en el negocio del hormigón y el mortero.
En el caso de Chietla, la empresa buscaba abrir una cuarta mina de yeso en el país, por su cercanía a la planta de Tepetzingo, que se encuentra en el Cerro de Montenegro, Área Natural Protegida que comparte la declaratoria con la localidad poblana.
El artículo “El patrimonio biocultural de la selva baja caducifolia”, publicado en el número 41 de la revista Inventio del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), refiere que en la selva baja caducifolia o selva seca se encuentran flora y fauna endémica, como la especie de mariposas Baronia brevicornis, considerada un “fósil viviente”, pues probablemente fue contemporánea de los dinosaurios, así como aves, anfibios, insectos y reptiles.
Asimismo, mencionó otros grupos biológicos que han sido poco estudiados, como los helechos, de los cuales se registran 34 especies, 31 diferentes hongos y plantas medicinales.
El año pasado, pobladores de Tepetzingo acusaron que la compañía compró parte de un cerro que forma parte de la Sierra de Montenegro, donde taló árboles para expandir la zona de extracción de minerales para elaborar cemento.
Medios regionales informaron que Cementos Moctezuma introdujo maquinaria pesada y utilizó de manera indiscriminada explosivos para abrir caminos que provocaron afectaciones en la estructura de sus viviendas.
Mientras en el municipio de Apazapan, en el estado de Veracruz y también colindante con Puebla, la cementera mantiene conflictos con el gobierno del estado por causar daño ambiental, incluyendo afectaciones a diversas especies de aves y mamíferos, como los murciélagos. Las quejas llegaron hasta el Senado de la República.
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