Néstor Camarillo Medina, presidente estatal del PRI, podrá reelegirse en el cargo hasta por tres periodos consecutivos, gracias a la reforma a los estatutos de este año que impulsó el dirigente nacional Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas.
En ese contexto, Camarillo reconoció su interés en mantenerse al frente del tricolor, una vez que concluya su periodo el año próximo, pero aclaró que la decisión no depende de él, sino del Comité Ejecutivo Nacional (CEN).
Néstor Camarillo llegó a la dirigencia estatal del PRI en 2020 con la calidad de provisional que conservó hasta 2021, cuando la Comisión Estatal de Proceso Internos lo validó para el periodo 2021-2025.
En ese contexto, podría buscar la reelección el año entrante y una vez más en 2029, con lo que lograría ampliar su periodo hasta 2033, arrojando un total de 13 años al frente del tricolor.
“Si ustedes me preguntan si quiero seguir en el PRI como dirigente, les digo: sí quiero seguir como dirigente; si ustedes me preguntan si eso es lo que va a pasar, no lo sé, porque la dirigencia nacional es la que decidirá.
“Hace una evaluación a los perfiles, del trabajo que se viene realizando, y de ahí se toma la decisión”, explicó Néstor Camarillo en conferencia de medios al ser cuestionado sobre el tema.
Aseguró que está abierto a que otros ocupen el cargo, porque en el Revolucionario Institucional “hay más perfiles importantes con autoridad moral, con prestigio y trayectoria”.
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El debate sobre la reelección de Alejandro Moreno
La reciente reforma a los estatutos del PRI habilitó la reelección de su actual dirigente nacional, Alejandro Moreno, que se concretó este año, con la posibilidad de repetir en el cargo una vez más para extender su periodo hasta el año 2032.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) avaló las modificaciones realizadas, poniendo fin a una controversia sobre la legalidad de las disposiciones impulsadas por el presidente del CEN.
La Sala Superior del TEPJF concluyó que ya no había tiempo para cambiar los estatutos una vez más, ante el inicio de los procesos electorales de Veracruz y Durango, motivo por el cual quedó firme la reforma a fin de otorgar certeza jurídica a los militantes.
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