Inspectores del ayuntamiento de Puebla continúan solicitando dinero a los negocios a cambio de no aplicarles multas, sostuvo César Bonilla Yunes, presidente del Consejo Nacional de Organismos Empresariales (COE).
En entrevista telefónica con La Jornada de Oriente, comentó que debido a la carga burocrática en los tres niveles de gobierno es complicado cumplir con todos los requisitos, por lo cual en algunos casos, de los cuales no precisó cantidad, los empresarios han tenido que ceder cuando les piden dádivas.
Las cantidades que les solicitan van desde los 200 y 500 pesos, pero pueden ser mayores, porque indicó que “dependiendo del sapo va la pedrada, es decir que varía en función del monto de las multas, las cuales pueden ser de hasta 30 mil pesos.
Abundó que es un hecho que esta práctica persiste, pero es difícil de probar, por lo cual los empresarios no han presentado alguna denuncia ante la Contraloría o alguna otra instancia.
“Son cuestiones muy difíciles de comprobar porque yo una vez se lo mencioné al alcalde Eduardo Rivera y le dije que pedían dádivas, y me dijo: pues eso lo tendrían que demostrar. Es muy difícil demostrar y por eso te digo que los empresarios, los microempresarios, los pequeños empresarios de pronto tienen que caer en esas prácticas, también porque con el sartén por el mango les están amenazando con cerrar un negocio y obviamente no hay pruebas de ello, pero lo sabemos”, declaró.
Comentó que para abrir un negocio se requiere por lo menos cuatro meses para cumplir con cada uno de los requisitos.
Añadió que aunque existe una ventanilla única en el municipio de Puebla, esta es solo para microempresas, cuyo establecimiento no supere los 30 metros cuadrados.
Además de ceñirse a lo que pide la comuna, como alineamiento (que tarda 15 días y además de que para obtenerlo, el interesado debe presentar un plano arquitectónico) y número oficial, el dirigente resaltó que los emprendedores tienen que contar con lo que les solicita la secretaría de Finanzas, el Instituto Mexicano del Seguro Social, declarar ante Hacienda, pagar luz, agua y electricidad, entre otros gastos.
En opinión de César Bonilla, debería hablar más flexibilidad hacia las empresas, toda vez que recién están retomando operaciones, luego de dos años de epidemia de Covid-19, además de que en estos momentos la economía del país es deficiente.
“Son tantos que a veces uno puede tardar cuatro meses, si bien le va, para aperturar un negocio, y pobre de aquel que lo apertura sin tener el último tarjetón porque las multas son muy fuertes. También por las renovaciones, de pronto te piden y ahí va todos los inspectores de giros comerciales a presionar a las empresas”.
A decir del líder del COE, los gobiernos no están ocupados en incentivar y reactivar la economía., sino en meter dinero a sus las arcas públicas, desde donde sacan para sus bolsillos.
Concluyó que con todo lo descrito, se está “ahorcando” a la economía local, lo cual puede resultar contraproducente porque las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) representan el 52 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y generan el 72 por ciento de los empleos formales en el país.