Qué no tenía incluido a algún hombre. Esa fue la excusa, contada a manera de anécdota, que puso un comité dictaminador al revisar el libro Las mujeres y los estudios del libro y la edición en Iberoamérica que coordinó la especialista en el libro antiguo Marina Garone Gravier reuniendo a un total de 28 investigadoras -más diseñadoras, correctoras, formadoras- que en 26 textos identifican, nombran y evidencian otra historia del libro: aquella escrita y hecha por mujeres.
Que no había hombres en el libro fue una “crítica” que le sorprendió a su coordinadora. “Nos hemos formado en un camino masculino y nunca se preguntó por qué no había mujeres (…) No es un mitin político, pero es una propuesta política el hacer estas obras. Hay mucho de género en la academia y hay que socializarla para tener una historia integral, que nos convoque a todos”, dijo la historiadora del arte por la UNAM al presentar este título en la 37 Feria Nacional del Libro de la UAP.
Además de que en el libro no había hombres, el valioso y contundente volumen publicado por La Biblioteca Editorial con el apoyo de las universidades Autónoma Metropolitana (México), de los Andes (Colombia) y de Santiago de Chile (Chile), recibió otro comentario: que eran “anécdotas” los textos que fueron resultado de una ardua tarea de investigación como parte del Seminario Interdisciplinario de Bibliología del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) e la UNAM.
“La educación y la investigación son políticas. Un acto político en el sentido esencial de la palabra”, aseveró Marina Garone desde la Biblioteca Histórica José María Lafragua, al señalar que si se escribiera de personajes como Benito Juárez nadie calificaría como anécdota la referencia y el estudio de algún pasaje de su historia.
Así, el libro Las mujeres y los estudios del libro y la edición en Iberoamérica es resultado del trabajo sistemático del seminario que, para celebrar su décimo aniversario en 2022, se determinó enfocar el año a estudios de mujeres. “Cada una de las colegas escogió un tema, una mujer o varias mujeres, o un género editorial que estuvimos tallereando un año, resultando trabajos que se presentaron en el seminario y luego empezamos a pensar cómo generar este libro”.
De fondo, dice la investigadora titular del IIB de la UNAM, lo que se indagó es sobre las mujeres editoras: qué hicieron, con quiénes se relacionarom, cómo pensaban, cómo se educaron, cuál era su ideología y formación, todas personajes que van del periodo colonial al siglo XXI pues no es algo aislado, sino que funciona desde el origen de la industria del libro, en el siglo XV.
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Para el caso mexicano -continúa durante una entrevista- se abordan ejemplos del siglo XIX y en su caso, como el de otraa investigadoras -como la propia Mercedes Salomón, directora de Lafragua-, aparecen impresoras de los siglos XVII y XVIII. “Nunca dejaron de existir, la potencia editorial de Puebla estuvo a la par de la Ciudad de México y en algunos momentos adelante de la Ciudad de México; cuando se exportaban cartillas de educación en el siglo XVIII de acá, cientos y cientos que iban a la Ciudad de México y sólo se publicaban en la ciudad de Puebla, que tenía ese privilegio”.
Por tanto, en este volumen y sus casi 700 páginas el interés fue abrir el panorama sobre qué estaban y están haciendo las mujeres en el mundo del libro que entraron a este mundo, en algunos casos, de “manera armónica por pertenecer a familias de impresores”, en otros casos por “tener que firmar con seudónimos”, a veces “censuradas” pero todas con la condición de “lograr un reconocimiento su campo”.
“Los caminos no son idénticos en todos los casos, pero sí digamos que el prejuicio no dejó de existir”, señaló Marina Garone, autora de una veintena de libros.
Afortunadamente, acotó, estas mujeres no se dieron por vencidas; de lo contrario, no se hubieran encontrado el número de mujeres editoras y libreras.
Menciona que incluso este es un elemento común en Iberoamérica que sorprende, pues “tuvieron que formarse desde distintas trincheras, aprender cuestiones financieras, para poder llevar a cabo sus empresas editoriales”.
En suma, Garone Gravier destacó que el volumen también presentado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que tuvo una venta total y ahora se puede conseguir en la Fenali, es una gran alegría para las investigadoras y, al mismo tiempo, “la constatación de que las cosas no tiene por qué ser fáciles, pero eso no implica que no salgan”.
“El esfuerzo colectivo de todos, hombres y mujeres, el libro no tendría la fortaleza que tiene; es un libro que realmente conjunta miradas. Pudimos celebrar el seminario con ese conjunto de ponencias y hoy estamos celebrando una vez más que juntos en el seminario podemos hacer más”, dijo contenta.