Martes, enero 14, 2025

Mraz: la fotohistoria tiene un sólido estado en México y está más próspera que en otros países

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“Historiar fotografías” es el título de la más reciente novedad editorial de John Mraz, historiador adscrito al Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAP, quien entrega la que es considerada una referencia obligada para quienes estudian la historia a partir de las fotografías, o bien, indagan en la historia misma de las imágenes.

Presentada días atrás en la Ciudad de México, el autor señaló un aspecto: que en México la fotohistoria tiene un sólido estado, a diferencia de los países angloparlantes de Norteamérica y Europa, donde aún es concebida como un mero complemento a otras ciencias sociales, mientras la disciplina en este país y a nivel Latinoamérica está más desarrollada.

Para el investigador, la fotografía es importante como un ente de denuncia y documentación, de gran relevancia en el periodismo y en la historia de México y del mundo. Por eso, dijo que su libro es pertinente porque académicos e universidades no están dándole un tratamiento adecuado a las imágenes y a las personas que se toman el tiempo de capturarlas.

Durante una charla en la Biblioteca Burgoa, en Oaxaca, Mraz aseguró que la construcción de una narrativa histórica no puede desvincularse de la fotografía. “Para mí no hay ninguna duda, las fotos y el cine son documentos muy importantes para hacer la historia”, sostuvo.

Incluso consideró que las palabras no tienen la misma fuerza, ya que fácilmente pueden ser malentendidas y tergiversadas; sin embargo, en la fotografía siempre hay una verdad. Definió que el fotoperiodismo es una herramienta clave, pues se denuncia la opresión. Los fotógrafos, afirma, la infantería del periodismo.

Aseveró que si la historia tiene un futuro es a través de los medios actuales y a través de archivos regionales, de fotógrafos descentralizados. En ese sentido, consideró que la fotografía artística es lo que vende, volviéndola mercantil, además de que si se quiere estudiar fotografía no se puede hacer fuera de la historia del arte y eso es muy grave. Añadió que no se trata solamente de estudiar la historia, sino de como investigadores y ciudadanos, obtener armas para resistir.

En su caso, el editor del volumen, Abraham Nahón señaló que con éste se busca acercar a nuevas generaciones de investigadores, nociones sólidas acerca de cómo hacer investigación desde las fotografías.

El profesor del Instituto de Investigaciones en Humanidades de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), instancia que edita el libro dentro de su colección Edén Subvertido, acotó que John Mraz ha insistido en la necesidad de una alfabetización visual.

Lo anterior, mencionó, implica “pensar en las relaciones de poder, clase y género a través de la fotografía, y en la capacidad que esta brinda para indagar lo mismo en las mentalidades que en los contextos de toda una época”.

En la trayectoria del autor de Historiar fotografías, añadió Nahón, queda claro que “hacer historia con la imagen” es un campo de estudio afín a la historia social, ya que analiza detalles de la vida cotidiana como las relaciones sociales, las mentalidades y la cultura popular evidenciada en una instantánea.

Por otro lado, explicó el editor, “hacer historia de las imágenes” es descifrar el significado de una fotografía “indagando en quién la tomó, con qué intención, cuáles eran sus influencias estéticas, cuándo aparecieron publicadas o fueron mayormente reproducidas”.

Mraz añadió en este punto que parte del rigor implícito en la fotohistoria, tiene que ver con conocer las diferentes funciones que tienen las fotografías, incluso las que pertenecen a un mismo género o tienen un contexto histórico similar.

Ejemplificó lo anterior con la fotografía de la Revolución Mexicana, periodo que deviene en el género, el cual a su vez agruparía a segmentos de imágenes con funciones distintas: aquellas que se tomaron para registrar fusilamientos; las hechas con la intención de exaltar la figura de los altos mandos militares; las imágenes creadas bajo una encomienda de espionaje, o fotos como las producidas por el régimen de Victoriano Huerta, “que si bien son de la época de la Revolución, no son revolucionarias”.

Destaca que los comentadores del libro Rebeca Monroy, investigadora de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, y Alberto del Castillo, del Instituto Mora, coincidieron en que John Mraz es un pilar a nivel internacional en lo concerniente a la fotohistoria.

Asimismo, que ha sido uno de los investigadores que mayores páginas ha dedicado, en publicaciones como Fotografiar la Revolución Mexicana (2010) y Looking for Mexico: modern visual culture and national identity (2009), a la historia social y cultural del país, analizada desde testimonios visuales.

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