Sergio Salomón Céspedes Peregrina rindió este viernes su segundo y último informe de gobierno al frente de la administración del estado de Puebla, donde destacó que su principal lucha fue en contra de la desigualdad social lacerante que venía arrastrando la entidad por décadas, basado en dos pilares fundamentales: la educación y la infraestructura para el desarrollo de las regiones más olvidadas.
Desde la Plaza de la Victoria, de la zona histórica de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe, dijo que recibió una “Puebla rota, un estado dividido y confrontado”, por lo que tuvo que “tejer puentes” para dejar atrás los agravios y reconstruir la unidad.
A más de 700 días de gobierno, el morenista afirmó que visitó todos los 217 municipios del estado, incluso demarcaciones remotas como San Miguel Ixitlán, lugar que desde su creación hace 98 años, nunca había sido visitado en su historia por un gobernador.
Más allá de la presencia territorial, dijo que era necesario acudir al encuentro de los poblanos, para no ignorar la desigualdad y la división lacerante en el estado.
“Puebla estaba rota y así era imposible avanzar”, exclamó, ante cientos de asistentes al informe.
El mandatario estatal mencionó que en dos años de gobierno construyó muchos puentes, caminos y distribuidores viales; sin embargo, destacó que el puente del que se siente más orgulloso no es de varilla ni cemento, sino de entendimiento.
“Un puente de compromiso, honestidad y respeto, pero no de verdades absolutas, un puente que facilitó el diálogo y dejó atrás al pasado, un puente al que la gente llama reconciliación y que nos reconectó como la familia que somos”, enfatizó.
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Céspedes Peregrina reconoció que aquella madrugada en la que falleció Miguel Barbosa Huerta, los poblanos que conformaron la XLI Legislatura del Congreso local le dieron la encomienda de guiar al estado por el camino de la unidad.
A partir de ese 15 de diciembre, dijo que asumió que su lucha sería por la igualdad, con visión humanista, por las futuras generaciones.
A las diputadas y los diputados de la legislatura pasada, “ratifico mi agradecimiento y reconocimiento como poblano, por su visión y aplomo”, expresó, en medio de aplausos.
Sostuvo que esta decisión que respaldaron los diputados “nunca fue coaccionado y su actuar fue tan pulcro que fue incuestionable”, en alusión a los recientes comentarios de la diputada Rosario Orozco, viuda de Miguel Barbosa, quien dijo que la muerte del exgobernador benefició políticamente a muchos que sacaron provecho.
La educación e infraestructura, pilar para luchar vs. la desigualdad
A lo largo de una hora de discurso, Sergio Salomón expuso que la lucha por la desigualdad la basó en dos pilares fundamentales: la educación e infraestructura para el desarrollo, de las regiones más olvidadas de la entidad.
Informó que se invirtieron 3 mil 400 millones de pesos para la construcción del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en Puebla, a fin de fortalecer la educación superior; mientras a Ciudad Universitaria 2 de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), se destinaron 600 millones de pesos, para recibir a 30 mil estudiantes y una oferta de 28 ingenierías.
“Nadie había hecho tanto en tan poco tiempo; dos años fueron suficientes para que en todo el estado se dignificaran 33 Centros Escolares, se construyeran cerca de 300 techados y más de mil aulas. El poder sirve para cambiar vidas”, resaltó.
Asimismo, dijo que en reconocimiento a la labor docente se dispuso de 3 mil millones de pesos para la nivelación salarial, basificaciones y nombramientos definitivos.
En el combate a la desigualdad, Sergio Salomón citó como ejemplo la figura del luchador social más importante de México en el último siglo, el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Desde aquí agradezco su guía, calidez y notable convicción democrática y republicana, al permitir que, en los momentos más difíciles de incertidumbre, las decisiones de Puebla las tomáramos las poblanas y los poblanos”, resaltó.
Sergio Salomón estuvo cobijado este viernes por Lázaro Cárdenas Batel, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República; el coordinador de los diputados federales de Morena, Ricardo Monreal Ávila; y el gobernador electo Alejandro Armenta Mier.
Además, estuvo presente la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia; Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, y Quintana Roo, María Elena Lezama Espinosa, así como de los gobernadores de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar y de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez.
Me legitimé todos los días en los hechos
En el cierre de su informe, el gobernador de Puebla admitió “yo no tuve oportunidad de legitimarme en las urnas, por lo que luché todos los días por legitimarme en los hechos y espero que estos salten a la vista”.
Incluso, destacó que Puebla es tan generosa que el hijo de un chófer de autobús pudo llegar a la gubernatura del estado.
“Mi padre, un chofer de autobús que no terminó la primaria, un hombre de trabajo y convicciones, decía: ‘cuando dios da, hasta las cubetas presta’. Gracias Puebla por darme tanto, hogar, familia, amigos, compañeras y compañeros, amor y esperanza”, exclamó.
Agradeció a la vida y a todos los poblanos por serviles estos dos años de gobierno, tras señalar que la reconciliación, la unidad y los resultados, no son obra de una sola persona, “lo hemos construido juntos, y a cada uno de nosotros nos corresponde darle mantenimiento todos los días”.