30 estaciones, 10 viaductos, 148 puentes, 16 túneles y 358 alcantarillas. Puentes, túneles, montañas, cerros, planicies y urbes. Naturaleza, paisaje, vida cotidiana, comercio, arte y música. La construcción de una nación que echó mano de la tecnología y la industria para definirse. Al mismo tiempo, la edificación de un patrimonio en manos de hombres y mujeres que hicieron posible, con su trabajo, cada kilómetro de vía, cada estación, cada taller, cada espacio del naciente ferrocarril.
Todos ellos, elementos que consolidaron al Ferrocarril Mexicano, proyecto decimonónico que es ahora el centro de la exposición El Ferrocarril Mexicano, la primera ruta ferroviaria de la nación que se exhibe en el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos (MNFM) luego de mostrarse en la Casa Miguel Alemán del Complejo Cultural Los Pinos, en la Ciudad de México.
“Esta exposición expresa los anhelos por construir un ferrocarril que comunicara la Ciudad de México con el puerto de Veracruz, el más importante del país”, dijo en el acto de inauguración Teresa Márquez Martínez, directora del Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero (CNPPCF) y del MNFM.
Acotó que la muestra deja ver también la puesta en marcha “de una larga y fascinante historia”: aquella que liga “desventuras, disputas, proezas, polémicas y hazañas”, pues la construcción de este ferrocarril tardó 36 años: desde su concepción hasta la inauguración oficial de la línea el 1 de enero de 1873.
Puedes hacer: Los ferrocarriles son un gran tema para estudiar desde la historia: Sandra Kuntz
“El proceso constructivo del Ferrocarril Mexicano fue intermitente y lleno de obstáculos, justo como lo fue la construcción de la nación con guerras civiles, pérdidas de territorios, invasiones extranjeras, contiendas políticas, un segundo imperio, crisis económicas y la restauración de la República, que fueron el telón de fondo de múltiples proyectos destinados a definir cómo y dónde debía efectuarse el tendido de vías férreas y a diseñar la solución de todas ellas”, expuso Teresa Márquez.
Acompañada por el secretario de Cultura, Enrique Glockner Corte, ahondó que, si bien en la construcción del ferrocarril participó una extensa red de cooperación internacional, fue más bien en tiempos de la República restaurada cuando el proyecto logró cristalizarse.
De paso, confió que el Ferrocarril Mexicano fue el “punto de arranque del vasto patrimonio ferroviario de México”, que vas más allá de su estructura o equipo rodante, pues tiene como eje a los hombres y mujeres que formaron parte de su construcción y operación.
Por tanto, la directora del CNPPCF consideró que, en El Ferrocarril Mexicano, la primera ruta ferroviaria de la nación es una propuesta que muestra la relevancia del primer proyecto ferroviario en México: para el reordenamiento territorial de las regiones, para incentivar los flujos económicos, para favorecer la conectividad y fomentar vínculos culturales, prácticas sociales y numerosas experiencias entre los viajeros que se desplazaron a lo largo de esta primera ruta.
Te recomendamos: En la plataforma Mexicana se aloja la exposición virtual Ferrocarriles Mexicanos
“Es una experiencia que hoy nuevamente está disfrutando mucha gente en los proyectos como el Tren Maya y el Ferrocarril del Istmo”, afirmó en referencias a las líneas del ferrocarril impulsadas en la pasada administración federal con las que se retomó el transporte de pasajeros.
En la exposición ubicada en la antigua estación del MNFM, el visitante podrá conocer el significado e importancia de la llamada “ruta de las mil maravillas”: la forma en que permitió el tráfico de mercancías; las majestuosas obras de ingeniería que se fundieron con la belleza del paisaje, los puentes y viaductos de Metlac, Soledad, Chiquihuite, Infiernillo y Wimmer; la transformación que propició en Puebla, haciéndola una ciudad cosmopolita y moderna; o el epicentro de movilidad y abasto que hizo de la Ciudad de México, con su estación Buenavista y sus enclaves ferroviarios de otras compañías.
Destaca que la muestra que abrió este 7 de noviembre, Día del ferrocarrilero, fecha en honor a Jesús García Corona, el maquinista conocido como “el héroe de Nacozari”, incluye litografías, planos, locomotoras a escala, teodolitos, topógrafos y un armón, entre otras piezas, provenientes del acervo del propio CNPPCF y del Centro de Documentación e Investigación Ferroviarias.
Asimismo, formó parte del programa conmemorativo a los 150 años del Ferrocarril Mexicano, proyecto que fue largo y complicado, que se comenzó a construir en 1850 para correr de la Ciudad de México al puerto de Veracruz, que primero avanzó en un primer tramo para, tras una pausa financiera, política e incluso de guerra, continuar su construcción en medio de cambios y dificultades políticas, para por fin ser inaugurado el 1 de enero de 1873 con varios ramales terminados y un total de 425 kilómetros de longitud.