Mérida será la primera ciudad de México y Latinoamérica con una flota de autobuses eléctricos como transporte público. El proyecto se suma a varias opciones de sostenibilidad que han emprendido países como China e India para reducir las emisiones de partículas contaminantes del medio ambiente y así combatir el cambio climático.
En el mundo comienzan a surgir proyectos tecnológicos para reducir el impacto de la actividad humana en el planeta. Algunos ejemplos de esto son los trenes ligeros alimentados con energía renovable, autobuses 100 por ciento eléctricos y camiones de carga que utilizan este tipo de energías y van equipados con sistemas fotocatalíticos que realizan un proceso similar a la fotosíntesis que elimina compuestos dañinos para el medio ambiente, entre otros.
Los autobuses eléctricos se alimentan con baterías de Ion de Litio, las cuales permiten almacenar más energía en menos espacio que otros tipos de baterías. Asimismo, estas se pueden realimentar de energía en puntos fijos de recarga alimentados con energía fotovoltaica; lo cual toma entre media hora hasta cuatro horas.
En latinoamérica existen proyectos de transporte público alimentado con energía renovable como es el caso del Tren Ligero de Ciudad de México. Aunque hasta el año pasado no había ningún proyecto de autobuses eléctricos.
Mérida, ciudad habitada por un millón 316 mil 88 personas, será la primera metrópoli de México y Latinoamérica con una flota de autobuses eléctricos para transporte público.
El proyecto es denominado Ie-Tram y será una línea de autobuses eléctricos fabricados por la empresa española Irizar, la cual también produce parte de la flota de Autobuses de Oriente (ADO) y tiene contratos con Iberdrola para proyectos de movilidad sustentable. El nombre de este proyecto surge del modelo de este autobús que cuenta con aspectos estéticos de un tranvía.
Las unidades del Ie-Tram se alimentan con baterías de Ion de Litio. En este sentido, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) construye la central fotovoltaica Nachi Cocom para energizar el Ie-Tram.
Esta planta eléctrica cuenta con una inversión de 9.16 millones de pesos y tendrá una capacidad de generación de 7.5 MW. Al finalizar la obra, prevista para diciembre de 2023, habrá 11 mil 223 módulos solares monocristalinos instalados, los cuales aprovechan el efecto fotoeléctrico que se caracteriza por la producción de una corriente eléctrica entre dos piezas de material diferente que están en contacto y expuestas a la luz. Asimismo, beneficiará a 25 mil usuarios diarios.
Cada unidad del Ie-Tram cuenta con puertos USB de carga rápida para celular, WiFi y geolocalizador en tiempo real que permitirá rastrear su ruta desde la aplicación móvil “Va y Ven”, once cámaras que permitirán una visión de 360 grados para una mejor conducción que ayudarán a identificar ciclistas y peatones para evitar accidentes.
Además, las unidades estarán adaptadas para personas con discapacidad: contarán con rampa, alarmas de luz, pulsadores en braille y guía podo-táctil.
El proyecto contará con 32 unidades, cada una de ellas, con la capacidad de transportar a 105 pasajeros en total con 33 personas sentadas. Asimismo, se estima que al día movilizará a 25 mil usuarios.
El IE-Tram contará con tres rutas que conectarán a más de 137 colonias en tres municipios de Yucatán: Mérida, Umán y Kanasín; otras 80 rutas de transporte, 30 centros educativos, dos estaciones del Tren Maya, el Parque de la Plancha y 20 puntos turísticos en la Mérida.
La inversión en este proyecto fue en un total de 2 mil 820 millones de pesos, de los cuales un 61 por ciento es inversión pública del gobierno estatal, 23 por ciento del gobierno federal a través de Banobras y 16 por ciento de inversión privada.
Según un estudio coordinado por Sergio H. Mojica, especialista del Banco Interamericano de Desarrollo, si el transporte público alimentado por combustibles fósiles de 22 ciudades de Latinoamérica fuera reemplazado por medios alimentados por energías renovables la región podría ahorrar casi 64 mil millones de dólares en combustible para 2030 y evitar la emisión de 300 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente.
Además, el propio estudio considera que la inversión en la mejora del transporte público beneficiará a que las personas prefieran trasladarse a través de dichos medios y no por automóviles privados por el ahorro de tiempo.
Finalmente, beneficiar el tránsito a un sistema público de movilidad, que puede transportar a más de 100 personas en una sola unidad, reduce considerablemente la emisión de otros vehículos privados al ser desplazados por este medio.
Innovación del transporte público en el mundo
India ha sido uno de los países con mayor innovación en medios de transporte público que emiten menos gases dañinos para el medio ambiente. Ya que, fue la primera región en establecer en sus líneas ferroviarias el uso de gas natural comprimido que, a pesar de ser un combustible fósil, emite menos partículas contaminantes. Otro paso más reciente fue la implementación de locomotoras híbridas alimentadas con energía solar y otro tanto con diésel.
Por otra parte, Shenzhen, China, es la primera ciudad en el mundo con una flota de autobuses eléctricos como medio de transporte público. Bloomberg realizó en 2017 un estudio sobre los autobuses eléctricos y comprobó que en todo el planeta existía una flota de 385 mil unidades, 99 por ciento de ellos formaban parte del sistema de movilidad de China.
Shenzhen es una ciudad con 12 millones de habitantes y desde 2013 las políticas públicas de dicha metrópoli comenzaron a sustituir los camiones alimentados con combustibles fósiles por autobuses 100 por ciento eléctricos. Cuatro años después esto se concretó en toda la flota del transporte público, en 2018 se aprobó una ley que prohíbe el uso de combustibles de combustión interna.
Por lo que con una planeación adecuada, sostienen las autoridades de Shenzhen, logra movilizar a una gran cantidad de usuarios en horarios fijos y jornadas completas de operación con una sola carga.
A día de hoy, 29 ciudades de China se han sumado al camino que realizó Shenzhen para reemplazar el transporte público, principalmente conformado por autobuses de combustibles fósiles, lo que ha significado para el país una reducción del 32 por ciento de emisión de partículas contaminantes al año.
Según Bloomberg, por cada mil autobuses eléctricos de transporte público se dejan de usar 500 barriles de petróleo cada día. Mientras que mil coches eléctricos sólo desplazan quince barriles de petróleo cada día.