En una pared blanca del pequeño taller de tejido está impregnada con letras negras y amarillas, y en lengua náhuatl y castellano, una frase muy reveladora: “tlamaxtilogan nejua nan nomaxtia nitlachiba chikihuitl igan inagas (lugar donde se enseña a tejer canastas con asa)”.
Adentro del amontonado cuarto y perdido en una selva de piezas artesanales sobresale un hombre moreno de estatura mediana, de ceño fruncido, de gesto duro y de manos rudas.
Porfirio Castañeda vive en la comunidad cercana al Popocatépetl de San Antonio Alpanocan, Tochimilco. Y tiene muy claro dos temas: “jamás, aunque tuve la oportunidad de hacerlo, decidí irme a los Estados Unidos a trabajar. Allá sólo es un rato, un momento. Y tejer y mantener esta tradición es para siempre, es para toda la vida”, confesó en entrevista con La Jornada de Oriente.
Además aún sueña con convertir ese patrimonio en una empresa no únicamente para vender sus productos, también dé paso mostrar a las nuevas generaciones este oficio característico de esa comunidad indígena hablante del náhuatl. “Pero estamos muy lejos de esto, entre otras cosas, por falta de apoyo del gobierno”, lamentó.
Pueden ver: Más de 300 artesanos tlaxcaltecas están en riesgo de perder su afiliación al IMSS
Entre esa maraña de cosas observa todo Laura, la esposa del artesano. Ella no sabía el oficio, pero al juntar su vida con éste terminó aprendiendo. “Tengo más gusto por tejer, y no precisamente por el campo”, asestó.
“Sobre todo porque está más lejos y en algunos momentos está muy cansado y con mucho sol. Aquí en casa uno termina acostumbrándose”, aseguró a este diario mientras muestra sus habilidades.
En San Antonio Alpanocan, a únicamente 11 kilómetros del cráter del Popocatépetl, existen varios tejedores de canasta. Y Porfirio es uno de los más conocidos y representativos. Ya tiene su catálogo y por ejemplo entregó recientemente más de 30 sombreros para un bailable participante del Atlixcáyotl.
La pareja no tiene hijos, pero anhelan involucrar a chicas y chicos para heredarles el gusto por ese trabajo ejercido desde los 13 años en el caso del entrevistado. Hoy tiene casi seis décadas cumplidas.
Tal vez te interese: Reciben artesanos de Teolocholco reconocimiento en inauguración de feria artesanal