“Puebla es un estado con un gran potencial económico pero también con una gran desigualdad. Es por ello que estamos trabajando en fortalecer al campo, en generar las condiciones favorables para las inversiones, y en megaproyectos, para detonar el empleo y el desarrollo”, aseveró ayer el gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta.
Durante la clausura de la Sesión Plenaria de la Agenda Estratégica Sur–Sureste de la Concamin, el mandatario poblano indicó: “Nuestra función como gobierno es combatir la desigualdad, para que las y los ciudadanos puedan alcanzar la felicidad que brinda el bienestar. Y para esto debemos realizar acciones basadas en un plan”.
Agregó: “Como gobierno, para alcanzar el desarrollo y acabar con la desigualdad debemos luchar contra las causas que provocan la violencia y debemos ser solidarios, en particular, con los que menos tienen”.
“Este gran proyecto de desarrollo del sur–sureste México, tiene visión de desarrollo económico, de inversión y de combate a la desigualdad”
Por su parte, la secretaria de Economía, Olivia Salomón, abundó que en estos trabajos se abordaron temas de logística, infraestructura y comunicaciones para hacer de Puebla la puerta de entrada al Sur–Sureste y el asiento de los negocios del país, al ser un “estado bisagra”.
Mientras, el jefe de la Oficina de la presidencia de la Concamin, Manuel Pérez Cárdenas, destacó el papel de la Secretaría de Economía del gobierno de Puebla para hacer invitaciones directas a las empresas que deben de invertir en la zona para que se cuente con infraestructura energética, por lo que aplaudió la Creación de la Agencia Estatal de Energía, así como proyectos de comunicaciones como consolidar al aeropuerto de Puebla como un centro regional.
El jefe de la oficina de la presidencia de la Concamin, sostuvo que el Pacto Oaxaca es un esfuerzo colaborativo de triple hélice entre gobierno, empresarios y academia, que busca cerrar brechas entre las regiones del país y crear una nueva zona de competitividad para ir a mercados globales con una visión estratégica de largo plazo.
Cada estado seguirá conservando su identidad y también aportará a una plataforma para los 30 millones de mexicanos que viven en la zona, concluyó.
Por su parte, el director del Laboratorio Nacional de Políticas Públicas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Eduardo Sojo Garza Aldape, añadió que son 10 estrategias con proyectos concretos y específicos para desarrollar el Sur–Sureste, que serán refinados para su presentación a los gobernadores de los nueve estados de la zona y al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Argumentó que el Sur–Sureste ha venido perdiendo peso en el Producto Per Cápita Nacional al pasar de un desfase del 45 al 58 por ciento del Producto Nacional Bruto entre 2003 y 2018, por lo que ahora se trabaja en lo cualitativo para evaluar los factores que inhiben el desarrollo.
El director y representante de la Oficina Regional de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), Guillermo Castellá Lorenzo, destacó que el Pacto Oaxaca debe de responder a la disyuntiva de que la industria sea un motor de desarrollo inclusivo y sustentable, que no afecte a las sociedades y comunidades indígenas, protegiendo al medio ambiente y en una forma de ganar–ganar.