A la derecha conservadora mexicana todo le parecer mal cuando viene de la 4T y más de Cuba revolucionaria. Hace varias semanas reaccionaron furibundamente cuando el gobierno anunció la venida de médicos de la Isla, a cubrir espacios que los galenos mexicanos no cubren. Entonces les salió lo patriotero, hablaron de discriminación, pero nunca plantearon una solución efectiva real, menos aún aceptaron que los gobiernos del PRIAN habían dejado al país con un número de médicos deficitarios y una estructura de Salud maltrecha. Sólo venían la paja en el ojo ajeno.
Durante varias semanas, todos los martes en las mañaneras, el director del IMSS, Zoé Robledo, informó que se había abierto convocatorias para dar plazas a médicos mexicanos, en lugares del país donde hacían falta profesionales. Se ofrecieron 14 mil 323 vacantes, pero sólo se pudieron cubrir alrededor de 4 mil 500. La respuesta fue importante, pero no suficiente, En dichos tiempos no vimos por ningún lado a la derecha para ubicar a los presuntos galenos desconsiderados. Al contrario, pura lengua por parte de ellos.
Como también se anunció, este programa seguirá aplicándose de manera permanente, a la par con iniciativas formativas de médicos y especialistas, hasta cubrir el déficit que tenemos. Mientras se han puesto en práctica otras medidas para solventar las necesidades de una cobertura adecuada para la población. En este sentido, este fin de semana pasado han llegado a México los primeros sesenta médicos cubanos, los cuales prestarán inicialmente sus servicios en zonas deprimidas de los estados de Nayarit y Colima.
Ya durante el periodo más intenso de la pandemia, había llegado al país un grupo de profesionales de la Salud cubano, que sobre todo prestó sus servicios en la alcaldía de Tláhuac en la Ciudad de México, en un momento que se había evidenciado la insuficiencia de médicos en la república.
La ayuda médica cubana a otros países, más como una muestra de solidaridad con pueblos hermanos, implica el internacionalismo que caracteriza a la Isla desde el triunfo revolucionario el primero de enero de 1959. En aquel momento, huyeron de Cuba muchos médicos, requiriendo apoyo. Por lo menos conozco dos médicos mexicanos que apoyaron allá a la naciente revolución; el cardiólogo Enrique Cabrera, muerto prematuramente y mi paisano Héctor Carreón.
El internacionalismo de los médicos cubanos no es nuevo, se remonta a principios de los sesenta (1963), cuando el gobierno cubano envía a Argelia una misión de voluntarios compuesta por 29 galenos, además de 4 estomatólogos y 7 técnicos de Salud. Como señala “el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, la colaboración cubana se guía por los principios del derecho internacional y no se utiliza como instrumento político de injerencia en sus asuntos internos. La atención médica sin discriminación es su prioridad. Ese internacionalismo ha sido la base de las brigadas médicas cubanas”. En más de medio siglo desde entonces, las misiones médicas cubanas han estado ya en los cinco continentes. Otro dato relevante es que, en 2005, se integró la brigada del Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias Henry Reeve.
Bienvenidos a México los médicos cubanos.