La diputada Rocío García Olmedo aseguró que la aprobación de los matrimonios igualitarios demostró que los líderes de la mayoría de Morena del Congreso de Puebla son capaces de recurrir a “trampas” y mentiras con tal de “colgarse una medalla que realmente no es suya”, ya que durante dos años bloquearon la iniciativa y decidieron retirar el veto por la cercanía de la elección local.
Tres fueron los señalados por la legisladora de mayor experiencia del Poder Legislativo y con mayor trayectoria en la defensa de los derechos de las mujeres y las minorías.
A Nora Merino Escamilla, quien recientemente asumió la presidencia de la mesa directiva, la describió como una mujer que le gusta ejercer el poder y presumirlo, pero que lo hace por capricho, sin conocimiento y solo para la “pose”, razón por la cual excluyó a tres comisiones de la discusión de la propuesta, sin importarle que con esto se incumpliera el procedimiento legislativo y se le restara certeza.
Del coordinador de la bancada de Morena, Gabriel Biestro Medinilla, dijo, sin mencionar su nombre, que toma decisiones con base en información que le pasan y que le pasan mal, por lo que tiene que recurrir a mentiras y pretextos para defenderlas.
También aludió a Vianey García Romero, presidente de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales y autora de la iniciativa que aprobó el Congreso ayer a favor de los matrimonios igualitarios, por guardar silencio el año pasado ante la decisión de su bancada de frenar ese mismo proyecto.
“En efecto, el poder se ejerce, sí, pero hasta eso hay que saber hacerlo, justo para obtener resultados favorables y no al revés: ejercer el poder para que se piense que se cuelgan medallas que realmente no son suyas, para que se piense que solo están simulando, que solo son advenedizos, que es solo por una coyuntura electoral”, atizó.
La comunidad LGBTI sabe que votaron en contra de sus derechos, afirma
La presidente de la Comisión de Igualdad de Género e integrante del grupo legislativo del PRI lanzó las críticas durante la discusión de la reforma al Código Civil del estado que modificó el concepto de matrimonio, para ajustarlo a los parámetros establecidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) desde 2015.
El debate, transmitido en las redes sociales del Congreso, fue seguido por integrantes de diversas organizaciones civiles que se dedican a la defensa de los derechos de las personas lesbianas, gay, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI) a nivel nacional y estatal. Fue algo que dejó claro García Olmedo a la hora de fijar su pronunciamiento.
En referencia a los activistas, la diputada manifestó: “Saben que fueron ustedes los que votaron en contra de sus derechos en 2019, los que bloquearon esta iniciativa por más de dos años. También escucharon el pasado viernes la mención que realizó una voz autorizada de ustedes, al referir la declaración del papa Francisco para argumentar su voto a favor”.
Reprobó que tras dos años de desidia, la bancada de Morena, con mayoría en el pleno y en el grueso de las comisiones -donde se elaboran los dictámenes- metiera el acelerador para tramitar la reforma de Vianey García en solo 12 días, sin atender las propuestas del resto de los diputados, una de las cuales es de su autoría y data de hace dos años.
“Felicito a la presidente de la mesa directiva, quien frecuentemente comenta que el poder se ejercer, muy cierto. Ella haciendo uso de la facultad para turnar iniciativas determinó el turno de ésta solo a la Comisión de Gobernación, aun cuando la Secretaría General le informo que había otras iniciativas de la misma materia, turnadas a otras comisiones.
“Ejerció su poder la presidente, sí, incumpliendo un procedimiento legislativo que debiera dar seguridad y certeza y debiera ser liberado del capricho de las personas, pero prefirieron otra vez un proceso amañado”, reprochó.
Asimismo, tachó de mentira la versión que ofreció Gabriel Biestro para destrabar la reforma, de que la SCJN envió al Congreso un escrito en el que le requirió reformar el Código Civil, para que el Poder Legislativo local saliera del desacato.
“Lo que pasó es que se equivocaron, pasaron mal la información. Tomaron una declaración a medios de comunicación del 21 de julio pasado que dio el presidente de la SCJN, el ministro Zaldívar. Lo dijo sin mencionar a ningún estado, porque lo hizo refiriéndose a la insistencia de un Congreso, el de Aguascalientes, que por tercera vez insistió en aprobar una reforma declarada antes ya inconstitucional”, relató.