Un año y ocho meses tardó la búsqueda que Blanca Esmeralda Gallardo hizo de su hija Betzabé antes de que la madrugada de este martes fuera asesinada a tiros cuando se dirigía a su trabajo y después de señalar a un narcomenudista de ser el posible responsable de la desaparición de la joven.
El hecho causó indignación entre los integrantes del Colectivo Voz de los Desaparecidos, al cual ella pertenecía, por lo que tras conocerse el caso exigieron a la Fiscalía General del Estado (FGE) y a las autoridades estatales que se garantice el derecho y la seguridad de las víctimas.
Comunicado
4 octubre 2022@FiscaliaPuebla @MBarbosaMX @A_Encinas_R @lopezobrador_ @CDHCMX @CNDH @CDHPuebla @CEAVmex @CCDDHHPuebla @DesaparecerEnMx @CCiudadanoSNB @Gob_Puebla pic.twitter.com/cMb5kSYgRM— Voz de los Desaparecidos en Puebla (@VozdelosDesapa) October 4, 2022
El crimen ocurrió alrededor de las 6 de la madrugada de este martes, cuando Blanca Esmeralda salió de su casa y se dirigió a esperar el transporte de personal sobre la lateral de la autopista México–Puebla, a la altura de la unidad habitacional Villa Frontera, sitio en dónde sujetos armados la encontraron y le disparon al menos en unas 10 ocasiones.
De acuerdo con el reporte policial, la mujer tenía al menos siete impactos de bala y perdió la vida casi de forma instantánea, por lo que los paramédicos que atendieron el caso ya nada pudieron hacer cuando llegaron y encontraron a la víctima, pues ya no contaba con signos vitales.
Transcurrieron alrededor de dos horas para que personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) llegara al sitio y realizara las labores de levantamiento del cuerpo a fin de realizar la necropsia de ley y que sus familiares pudieran reclamarlo.
Blanca Esmeralda realizaba una intensa labor de búsqueda de su hija Betzabé Alvarado desde que desapareció el pasado 13 de enero de 2021, cuando tenía 24 años de edad, fecha en la que fue vista por última vez cuando salía de su casa ubicada en Villa Frontera –colonia en la que mataron a su madre.
La joven obtenía ingresos de la colocación de uñas de acrílico, con los cuales sostenía a una hija de cuatro años de edad, con quien vivía; además, convivía asiduamente con su pareja sentimental. El día que ella desapareció le dijo a sus familiares que iría a realizar un trámite bancario con una amiga de nombre Fabiola Narváez, pero ninguna de las dos regresó a sus hogares.
“Ella desaparece el 13 de enero del 2021; sale aproximadamente de la casa a las 3:30 de la tarde, cuando vimos que ya se había tardado mucho le marcamos, pero su teléfono ya estaba apagado. Sinceramente estamos seguros de que se las llevaron, no fue por decisión propia que ellas hayan querido dejar a sus hijas. A partir de ese día no hemos parado la búsqueda”, comentó Blanca Esmeralda en entrevista con medios locales, a finales de julio pasado.
La madre de la joven compartió en esa fecha que había buscado a su hija en todo tipo de lugares, tales como barrancas, terrenos baldíos, zanjas, así como en bares, pues temía que hubiera sido víctima de trata de personas, así como que su desaparición haya sido producto del crimen organizado; incluso señaló que un posible narcomenudista pudo ser el responsable del hecho.
Posteriormente se supo que el hombre que posiblemente era el responsable de la desaparición de la joven fue asesinado en los límites de Puebla y San Pablo del Monte; además, la pareja de este también fue baleada en su domicilio, también localizado en Villa Frontera, e incluso permaneció unas horas detenida para ser interrogada sobre el paradero de las dos jóvenes, pero al parecer no sabía del tema.
En el camino de la búsqueda de la joven, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta se refirió al caso del pasado 25 de enero de 2021 y señaló que había un compromiso de investigar y esclarecer el caso hasta dar con el paradero de las dos jóvenes.
La tragedia de la familia de Esmeralda Gallardo no se limita a la desaparición de su hija, pues en mayo pasado declaró a medios de comunicación que el padre de la su nieta –la hija de la joven desaparecida– ya no le permitía verla.
Hace unos meses el esposo de Esmeralda perdió la vida a consecuencia de un contagio de Covid-19, por lo que su familia se redujo solo a ella y a su otro hijo de 12 años de edad, quien ahora es huérfano.
Esmeralda fue amenazada por filtrar información en medios de comunicación
En tanto, agrupaciones civiles como el Colectivo Voz de los Desaparecidos y el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, así como el Observatorio de Participación Social y Calidad Democrática de la Universidad Iberoamericana, condenaron el crimen.
Mediante un comunicado señalaron que Esmeralda había sido amenazada por difundir información del caso en medios de comunicación.
“Ante el contexto de violencia e impunidad que se vive en el estado de Puebla agravado por las más de 2 mil 300 personas desaparecidas en la entidad y el creciente riesgo en la búsqueda de personas a nivel nacional considerando que al menos 16 familiares han sido asesinadas, el asesinato de Esmeralda evidencia la falta de adopción de medidas pertinentes para proteger a los familiares en búsqueda”, señalaron a través de un comunicado.