Tehuacán. El Movimiento de Autogestión Social Campesino Indígena y Popular (MASCIP) reafirmó su rechazo a la operación de invernaderos en San Marcos Necoxtla, propiedad de la empresa Colorado Ecoterra. José Luis Leyva Machuca, líder de la organización, expresó su preocupación por un posible respaldo gubernamental a los empresarios y anunció la continuidad de la resistencia civil pacífica.
Por lo anterior, hizo un llamado a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para que no favorezca a la empresa, señalando que hay razones para sospechar una presunta inversión china detrás del proyecto, que se presenta como de capital local.
MASCIP tiene conocimiento del amparo promovido por la empresa y se mantendrá a la espera del resolutivo judicial, con la firme postura de no permitir la operación de los invernaderos en el municipio. Leyva Machuca aseguró que darán la batalla legal y política, contando con el respaldo de otras organizaciones.
En este sentido, recordó que MASCIP colabora en esta lucha con el Comité Central del Agua de Chilac, y destacó el apoyo de organizaciones a nivel nacional y estatal, lo que refuerza el movimiento contra la instalación de invernaderos.
Leyva Machuca advirtió que el municipio de Altepexi también se vería seriamente afectado por estos invernaderos. A diferencia de Chilac, la administración del agua en Altepexi recae en el ayuntamiento, lo que, según MASCIP, limita la capacidad de defensa del recurso hídrico por parte de la comunidad.
La persistencia de MASCIP refleja su temor por el impacto ambiental y social del proyecto. La organización considera que los invernaderos amenazan la disponibilidad de agua, un recurso vital para las comunidades campesinas e indígenas de la región.
La movilización y búsqueda de alianzas con otras organizaciones surge de la determinación de las comunidades de agotar todas las vías posibles —legales y de resistencia civil— para impedir lo que consideran una afectación a sus derechos y recursos naturales. Si el agua se agota, advierten, no solo se compromete el consumo humano, sino también la producción agrícola, que ya se encuentra en declive.
El llamado a Conagua y la denuncia de inversión extranjera reflejan la desconfianza de la población hacia las autoridades y las empresas, a quienes acusan de priorizar el beneficio económico sobre el bienestar de los habitantes y la conservación de los recursos naturales.
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