Muy cumplidor y respetuoso de las leyes, el secretario de Educación Pública, anuncia el despido “irrevocable” de 3 mil 360 maestros. Según la Ley del Servicio Profesional Docente, a la que se acoge el funcionario de marras: “El incumplimiento de las obligaciones del artículo 69 (entre otras las de presentarse a la evaluación) dará lugar a la terminación de los efectos de nombramiento sin responsabilidad para la autoridad educativa o para el organismo descentralizado, y sin necesidad de que exista resolución previa del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje.” De otra manera dicho, todo aquel maestro que no presente la evaluación cuando haya sido convocado, será separado del servicio sin responsabilidad alguna para el Estado, lo cual significa que pese a los años de servicio que pudieran tener los profesores que se negaron a representar una verdadera farsa como lo es la dichosa evaluación, serán echados a la calle sin liquidación alguna, porque así lo aprobaron otros traidores, los diputados que aprobaron la citada ley, completamente violatoria de los derechos consagrados en la Constitución.
Otra de las incongruencias de la mencionada ley, es que no es necesario tener una formación de docente para impartir clases en educación básica, cualquiera que reúna cierto perfil y presente y apruebe el examen, podrá estar frente a grupo. Que error más garrafal, al señor Nuño no sabe que ser docente es una verdadera vocación, no cualquiera puede estar frente a un grupo de niñas y niños, enseñar a leer y escribir, a sumar, a dividir, son tareas que requieren de mucha paciencia y dominio pedagógico, de la cual pueden carecer quienes no estudiaron para ser maestros sino que, por azares del destino, ven una oportunidad de trabajo en ese concurso.
Vaya manera de intimidar a aquellos que siguen oponiéndose a la reforma, porque de reforma no tiene nada, no ha habido un solo cambio en los planes y programas de estudio; en el país muchas escuelas siguen en el abandono, hay maestros que caminan horas para llegar a escuelas en las que no hay baños, ventanas, ni piso y carecen de luz. Así, en esas condiciones, jamás se va a lograr una mejoría real en la educación. Ya me imagino lo que piensan: “Echen a esos revoltosos a la calle, para escarmentarlos, a ver si a la otra convocatoria falta alguno”.
Pero aquellos que fueron evaluados y salieron insuficientes, están bajo la lupa, y fue más de 50 por ciento porque la dichosa ley también dice cuando se identifique insuficiencia en el nivel de desempeño de la función docente, se darán por terminados los efectos del nombramiento y de nuevo sin responsabilidad para la autoridad educativa. Así que nadie se salva y echar a un maestro a la calle será lo más fácil se evalué o no.
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