En el sector empresarial a las mujeres se les sigue viendo como personas que no saben negociar como los hombres lo hacen, lo cual es una muestra de machismo y misoginia, manifestó Marisela Rodríguez Pereyra, consejera nacional de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI).
En el marco del Día Internacional de la Mujeres y entrevistada por La Jornada de Oriente, manifestó que el sistema patriarcal ha obligado a que se tenga que aplicar la paridad de género para garantizar espacios a las féminas.
Esto último, indicó, le hace un poco de ruido porque toda persona, en el sector público o privado, debería de ocupar un cargo por sus capacidades, pero dadas las circunstancias se tiene que hacer de ese modo.
Al mismo tiempo consideró que es complicado para ellas obtener un reconocimiento en el sector empresarial porque a lo largo del tiempo este ha sido preponderantemente masculino, además de que las mujeres cargan con el peso de las labores domésticas y familiares.
“Tristemente hay un avance muy lento y cuando alguna mujer alcanza una posición relevante, los mismos hombres o incluso algunas mujeres que están acostumbradas a seguir siendo cobijadas por un líder hombre, no lo permiten. Sí, claro, hay un poco de machismo y misoginia porque en muchas ocasiones siguen viendo a la mujer como una persona que no sabe llevar una negociación como los hombres la llevan”, expresó.
Rodríguez Pereyra, quien ya fue presidente de la AMPI comentó que llegar a dirigir esa asociación no le fue complicado porque su trabajo de años la respaldó.
Sin embargo, Olga Méndez Juárez, la única mujer que ha competido por la dirigencia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) no logró llegar a la dirigencia de este organismo cúpula.
Al respecto, la consejera nacional, refirió que quizá por el mismo proceso interno fue que no pudo llegar, pero lo que sí debió ocurrir es que cuando menos quien resultó ganador, Héctor Alberto Sánchez Morales, debió incluir a más mujeres en el consejo directivo.
En la IP constantemente se duda de la capacidad de las mujeres
Como ya se mencionó, en más de 30 años de historia del CCE, ninguna mujer se había postulado para dirigir el organismo, Olga Méndez Juárez lo hizo por primera el año pasado y no obtuvo los votos suficientes para presidirlo.
Aunque abiertamente no manifestó que haya sido por un tema de machismo o misoginia, la empresaria restaurantera sí comentó que es complicado entrar en la iniciativa privada, en donde predominan los hombres, los cuales constantemente dudan de la capacidad de las mujeres.
“Yo creo que sí es difícil, me tocó cuando yo empecé a pisar estos escenarios, pues los grupitos y el que uno se empieza a integrar y ¿de qué va a hablar? ¿de jitomates y tortillas?, claro que no, también tenemos capacidad, también hemos estado al frente de empresas que nos ha dado esa posibilidad de ampliar nuestro panorama e incursionar en el sector empresarial”.
De su experiencia participando como candidata a presidente del CCE, Olga Méndez refirió que perdiendo ganó, puesto que obtuvo confianza en sí misma.
Pero al mismo tiempo dijo sentirse decepcionada porque el discurso al interior del organismo sonaba bonito “pero atrás había trabajo que no era muy bueno”.
Olga Méndez también lamentó que pocas mujeres estén dentro del consejo directivo que acompañará a Héctor Alberto Sánchez, quien por cierto, dentro de su discurso de toma de protesta pidió a las señoras que manden desayunados a los maridos, comentario con el que no coincide Méndez Juárez.
“Si queremos pasar del discurso a la realidad, hagamos posible que estos espacios sean ocupados por mujeres, facilitándoles y no poniéndoles piedras, tropiezos y sobre todo no diciéndole: tú vete a hacer el desayuno y mándanos a los presidentes desayunados”.
Sobre el hecho de que no haya mujeres dirigiendo algunas de las cámaras más fuertes, como Canaco, Canacintra, Citex o Canacintra, consideró que a lo largo de los años siempre han estado segmentadas para hombres, pero opinó que esto no significa que una mujer no pueda estar al frente y desde el interior de los mismos organismos se debería impulsarlas.
En general, la sociedad es machista
En la iniciativa privada y en general en todos los sectores hay machismo, por lo que la mujer se enfrenta a obstáculos para llegar a puestos directivos altos, dirigir cámaras empresariales o estar al frente de secretarías gubernamentales, aseveró Mar Estrada Jiménez, coordinadora de la Licenciatura en Economía y Finanzas de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Añadió que en el sector empresarial se manejan dobles discursos y se mandan mensajes políticamente correctos.
La académica manifestó a La Jornada de Oriente que además de eso, las mujeres no pueden competir en igualdad de circunstancias por posiciones de alto rango, debido a que en ocasiones tienen que salir reiteradamente del mercado laboral para cumplir con el trabajo doméstico o de cuidadoras que socialmente se les ha asignado.
Aunado a ello, refirió que todavía prevalece la segregación laboral, que tiene que ver con los roles que se imponen en ciertos sectores o empresas en donde se antepone los hombres.
También está el Techo de Cristal, que se refiere a las normas no escritas que impiden a las mujeres tener acceso a puestos directivos.
En opinión de la académica, en el país tendría que haber una política que estructure y tome en cuenta el desarrollo pleno de la mujer, desde el punto de vista de los derechos humanos y del derecho laboral.
“Acá tenemos una desventaja estructural dentro del mercado laboral porque las empresas todavía no toman en cuenta lo que debería ser el desarrollo pleno de la mujer como ser humano y como trabajadora, para que ella pueda, como un hombre, aspirar a los mismos cargos dentro de las mismas condiciones, dado que no son las mismas condiciones para las mujeres y para los hombres”.
En ese contexto, Mar Estrada resaltó que hay una diferenciación en la participación de la mujer en los mercados laborales
Por ejemplo, dijo, en Chiapas solo 10 por ciento de ellas participan en el mercado laboral, por eso es que la brecha salarial es muy pequeña, de 10 por ciento.
Mientras que en Oaxaca la participación es de 40 por ciento, pero es el estado con la brecha salarial más alta del país, que es de 27 por ciento.
En Puebla la brecha es de 22 por ciento y la participación de las mujeres es de 38 por ciento
“Tenemos una brecha salarial muy alta, digamos que las mujeres también se encuentran en una condición poco favorable de acceso al mercado laboral y en una estructura en donde no se toma en cuenta su desarrollo pleno a partir de las distintas etapas de la vida de la mujeres”.
Insistió en que tendría que haber una política plena que tomara en cuenta estos aspectos para que la vida laboral de las mujeres se estructure de una manera adecuada.