Sábado, abril 19, 2025

Luna 1/2

“La luna se ve de noche,

el sol al amanecer,

hay quien, por mirar la luna,

otra cosita no quiere ver.”

“La Shunca”[1] (canción)

Música: Lorenzo Barcelata

Letra: Ernesto M. Cortázar

(1937)

 

La Luna, el faro nocturno, gentil alcahueta de los enamorados, inspiración de poetas y cantores, vigilante del silencio nocturno, delatora de los ladrones, autora de sombras tenues, consuelo de los huraños, luz mágica de hadas, duendes y pócima de hechizos varios, compinche de las estrellas. Sin embargo, la Luna también es objeto de afanes varios, de conquista, investigación, utilización y repartición, aspiraciones de lucro y mil cosas más que se vienen expresando acerca de este astro omnipresente, al igual que el sol, en la historia de la humanidad, de plantas, animales y de todo cuanto existe en la Tierra. Muchas son las ideas, creencias y referencias relacionadas con la Luna y trataré de escarbar un poco en el asunto para entender aquello que se ha dado a conocer sobre la cautivadora roca espacial.

¡Ay luna, lunita, luna!

Para entrar en precisiones selénicas y terrenas la Luna es el satélite natural de la Tierra que describe una órbita ligeramente elíptica (casi redonda) alrededor de ésta. Debido a la atracción del Sol, de la Tierra y de otros astros, inclusive de la no esfericidad de la Tierra, por lo tanto, el cálculo de la órbita de la Luna es uno de los problemas más complicados de la mecánica celeste. La distancia media a nuestro satélite es de 384,402 km. y el periodo en el que transita alrededor de nuestro planeta, llamado mes sidéreo, es de 27.32 días; sin embargo, el periodo que transcurre entre una fase nueva y la siguiente (periodo sinódico) es conocido familiarmente como mes lunar o lunación y es de 29.53 días debido al avance de la Tierra sobre su propia órbita alrededor del Sol. Por lo menos se pueden ver dos eclipses lunares al año y en ocasiones llegan a cinco, los cuales se manifiestan por las noches en todas las regiones del mundo. las fases de la Luna son harto conocidas por todos: Luna nueva, llena, cuarto creciente, cuarto menguante, cuyos cambios periódicos constituyen referencias prácticas o esotéricas.

“Si yo nunca he sido fea, mucho menos cacariza”

Los cráteres que se han observado en la Luna corresponden a los impactos que los asteroides y meteoritos han producido en la superficie del astro, toda vez que carece de atmósfera que desvíe estos cuerpos celestes. Muchos de los cráteres tienen grandes dimensiones y profundidad. Se han contado más de 9 mil, de los cuales a más de 1,600 se les ha asignado un nombre para honrar a algunas personas notables en los campos de la ciencia y de la cultura que la UAI (Unión Astronómica Internacional) ha acordado. Las montañas lunares, las cadenas montañosas, los valles y los “mares” de la Luna también cuentan con su nombre. Existen dos cráteres que llevan el nombre de científicos mexicanos, uno en honor del astrónomo Luis Enrique Erro Soler (1897-1955), fundador del IPN y del Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla, que se encuentra en la cara oculta de la Luna y el de Nabor Carrillo (1911-1967), quien fuera rector de la UNAM en el periodo de 1953 a 1961, localizado en la cara visible del satélite.

Que no le digan, que no le cuenten que La Luna es de queso

La composición de la Luna es semejante a la de nuestro planeta, pero… las misiones espaciales de diversos países han descubierto, hace poco tiempo, que existe una gran riqueza de minerales estratégicos como hierro, aluminio, titanio los cuales se encuentran en los cráteres más grandes y profundos del astro, a lo cual se agrega la gran abundancia de Helio-3 (3He), un isótopo que puede tener aplicaciones en la generación de energía basada en la fusión nuclear[2], que no debe confundirse con la fisión nuclear que es la que se desencadena controladamente en los reactores que en la actualidad generan energía eléctrica.

Al fino polvo donde marcaron su huella los astronautas se le ha llamado “regolito” y está constituido por material que proviene de los impactos y desintegración de meteoritos que han caído sobre la superficie lunar. Se ha estado estudiando la posibilidad de emplearlo como material de construcción cuando se decida colonizar el satélite y también la posibilidad de mezclarlo con algún adhesivo para usarlo como materia prima en la elaboración de herramientas y enseres con impresoras 3D. La esa (Agencia Espacial Europea) y el Centro Europeo de Astronautas, en Colonia, Alemania, sostiene un proyecto para crear una base permanente en la Luna la cual se mantendría principalmente, en el plano material, con los recursos del satélite. También se ha experimentado con un sustrato equivalente al regolito lunar para cultivar garbanzo con éxito, por lo que se propone preparar en la Tierra las plántulas para cultivarlas en la Luna con ayuda de lombricomposta. Puedo imaginar que las flatulencias que producen las leguminosas en el proceso digestivo también se pueden usar como combustible.

Queda así demostrado que la luna no es de queso y como soy un poco mal pensado les digo que: “No será el diablo, pero huele a azufre”. Sospecho que las agencias espaciales de varios países, así como los multimillonarios que tienen un anochecido interés en la Luna, aspiran a algo que no es sólo la investigación; es decir, la ciencia por la ciencia, sino que están —“afilando los colmillos”— para dar unas cuantas y profundas tarascadas en cuanto se les presente la oportunidad, ya que como sabemos “en el modo de partir el queso, se conoce al que es tendero”. ¿No que no era de queso la Luna?

La Luna ya tiene dueño

En 1954, el abogado chileno Jenaro Gajardo Vega se alcanzó la “puntada” de afirmar que él había adquirido la Luna y supuestamente registró la propiedad ante un notario público, esto mismo ha afirmado el gringo Denis M. Hope (President of the Galactic Goverment) por los años 80 quien, además, sigue haciendo negocio revendiendo lotes lunares y de otros astros del Sistema Solar a los atarantados que nunca faltan y que a decir de él mismo suman 6 millones de “entusiastas del espacio y propietarios de tierras extraterrestres en todo el mundo”. A la fecha ha vendido cerca de 250 hectáreas en la Luna, 131 en Marte y más de 50 en Mercurio, Júpiter y su satélite Io [3] de Júpiter. Si usted desea hacerse de un terrenito por aquellos rumbos siderales, busque en Internet su página “Lunar Embassy[4] y mediante un enganche y cómodos pagos tendrá una propiedad en los celestiales espacios. En 1967, por parte de la ONU, se estableció el “Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes” [5].

El hombre en la Luna

Todos asistimos emocionados a la transmisión cuya señal sonora partió de Cabo Cañaveral, en la Florida, para informarnos acerca del descenso del módulo espacial en la superficie de la Luna y los primeros pasos que dieron los astronautas el día 20 de julio de 1969, hecho que ha sido respaldado por gobiernos, agencias de noticias y científicos. Sin embargo, algunos han puesto en duda el propio alunizaje, argumentando que existen inconsistencias en las imágenes mostradas y concluyen que todo fue un montaje como parte de una conspiración mundial, reforzada por la publicación del libro “We never went to the Moon” (Nunca fuimos a la Luna) de Bill Kaysing y Randy Reid.

Se ha dicho que la bandera mostrada en las imágenes parece ondear cuando sabemos que no existe viento en la Luna, se preguntan quién grabó las imágenes del astronauta Neil Armstrong descendiendo del módulo, siendo él el primer hombre en pisar la superficie lunar; que si el cineasta Stanley Kubrik realizó un montaje y que posteriormente, avergonzado por su “engaño”, ofreció algunas pistas simbólicas en su película “El resplandor”; que si Aldrin —el más locuaz de esta misión— admitió, en una entrevista en el año 2000, que no llegó a la Luna, porque las imágenes mostradas fueron “animaciones” hechas en los estudios televisivos para ilustrar a su audiencia acerca de este hecho, lo cual es cierto, pero esto no prueba que no se haya realizado el alunizaje, ya que las imágenes reales, una vez que los astronautas regresaron a la Tierra, se publicaron después. Todas estas “dudas” han sido despejadas, una a una, por parte de los científicos quienes han mostrado evidencias suficientes de sus afirmaciones, pero los conspiracionistas, lejos de quedar convencidos y satisfechos, se “amachan” en sus ideas y tratan de “sacar raja” al sembrar dudas entre algunas personas, aquellas que están dispuestas a creer en cualquier cosa.

Piedras… para que las quiero

Los astronautas del Apolo 11 volvieron a la Tierra con un “tambache” de 22 kg. de rocas y en las seis misiones “Apolo”, tripuladas, que llegaron a la Luna, el material total traído fue de 382 kilogramos. El gobierno estadunidense decidió repartir a 135 países fragmentos de estas rocas, como símbolo de buena voluntad, mismas que fueron examinadas por muchos hombres de ciencia quienes concluyeron, con total independencia, que contenían algunas esferas cristalinas de origen extraterrestre. Además, considerando su antigüedad, son anteriores a cualquier material terrestre (datación absoluta), por lo que se concluye que no habiendo actividad geológica en la Luna las rocas son más antiguas que cualquier otro material que se encuentre en nuestro planeta.

Por cierto, alrededor del 70% de estas muestras lunares regaladas desaparecieron; en países con conflictos bélicos, otras fueron sustraídas de museos, otras nunca llegaron a su destino, algunas más se vendieron en el “mercado negro”, dieron lugar a falsificaciones; algunos jefes de Estado “supusieron” que eran regalos personales y se las quedaron [6] o simplemente algunos gobiernos no saben “donde quedó la bolita”. Pregúntenles a los holandeses qué pasó con su piedra lunar que se expone en el “Rijksmuseum” de Ámsterdam, la que al ser estudiada más de cerca por científicos de la Universidad Libre de Ámsterdam descubrieron que solo era un trozo de madera fósil.

Pasito tun, tun…pasito tun, tun

Son doce astronautas estadunidenses que se han posado sobre la Luna, la nasa ha dado a conocer más de 8 mil fotografías diversas, hay equipo científico que se ha dejado en la Luna el cual ha sido visto por sondas de Estados Unidos y de otros países. Aún permanecen las huellas —inalteradas— del tránsito de los vehículos lunares, así como las pisadas de los astronautas. Edwin Buzz Aldrin aún vive y acaba de cumplir 90 años de edad el mes pasado. La frase que dijo Neil Armstrong, de la misión “Apolo 11”, cuando caminó sobre la superficie lunar: “Es un pequeño paso para el hombre; un gran salto para la humanidad” resultó muy afortunada y se ha convertido en un símbolo de la “conquista de la Luna” por los estadunidenses en la llamada “carrera espacial” que sostuvieron con los soviéticos, quienes por algunos años les llevaron la delantera.

Carcacha y… se les retacha

Para facilitar las tareas de los astronautas en la exploración y recolección de materiales se diseñaron vehículos lunares como el Lunar Roving Vehicle, que es un “todo terreno” que al igual que otros dos, fueron usados por los astronautas de las misiones “Apolo 15, 16 y 17” y siguen estacionados en donde los dejaron. Llegaron empacaditos en compartimientos especiales de cada módulo lunar y se desplegaron casi automáticamente en el sitio próximo al dispositivo de aterrizaje. Los “carricoches” costaron 38 millones de dólares en su época y se encontraban equipados con lo necesario para la investigación. Alcanzaban una velocidad de 3 a 4 kilómetros por hora con una máxima de 14, podían transportar a dos personas y por supuesto eran eléctricos. Algunas compañías automotrices como Toyota, Tesla y Nissan han desarrollado vehículos lunares que ofrecerán a las agencias gubernamentales y a las empresas conquistadoras. El grupo educativo Moon Mark y la Compañía Intuitive Machines, contratista de la nasa, están organizando carreras de coches a control remoto,en la Luna.

¿Alunizar o aterrizar?

¿Se dice alunizar o aterrizar? alunizar es un neologismo que se creó a partir de que se consideró probable la llegada del hombre a la Luna y en este mismo sentido se crearon “amartizar” que corresponde a la llegada a Marte, “mercurizar” a Mercurio y cuando alguna nave se pose sobre algún cometa, sería “acometizar”. La solución a este galimatías mediático nos la proporciona la fundeu-rae, siglas que corresponden a la “Fundación del Español Urgente” y a la Real Academia Española de la Lengua que recomiendan usar simplemente “aterrizar”, aunque las otras acepciones no son incorrectas y nos dice:

“Aterrizar es ‘posarse sobre tierra firme o una superficie similar’ —por lo que puede emplearse para la acción de descender sobre la superficie de cualquier planeta, satélite o cometa—, significado que comparte con voces más específicas como alunizar y amartizar.[7]

¿Quiénes han llegado a la Luna?

Los países que han llegado a la Luna son, por orden temporal, la Unión Soviética el 3 de febrero de 1966 que consiguió posar la sonda “Luna 9” en el Oceanus Procellarum (“Océano de las Tormentas”) la cual durante tres días trasmitió fotos y datos; dos meses después, la nave “Luna 10” entró en la órbita lunar y después de realizar 460 recorridos de circunnavegación durante casi dos meses, envió datos a la Tierra acerca de la orografía lunar. En 1969 la misión “Apolo 11” aterrizó, como ya dijimos, su módulo espacial tripulado, llamado Eagle, en el Mare Tranquillitatis y las misiones “Apolo” continuaron hasta 1972. Fue hasta el año 2003 que la misión tripulada “Shenzhou v” de China, alcanzó el satélite con el astronauta Yan Liwei al mando. Y apenas en agosto de 2023 la nave “Chandrayaan-3” de la India consiguió aterrizar en el polo sur de la Luna, pero solo doce astronautas estadunidenses han caminado sobre la Luna en el periodo comprendido entre 1969 a 1972; es decir, desde hace 52 años ninguna otra persona ha vuelto a trajinar directamente sobre nuestro satélite.

Pos´ aquí también hace aire

El Instituto de Ciencias Nucleares icn-unam y su Laboratorio de Instrumentación Espacial, linx, ha desarrollado el proyecto “Colmena” de tecnología micro robótica de uso en la Luna y en enjambre [8]; es decir, unos “robotitos” que van “en bola” y el pasado 8 de enero fueron puestos a bordo de la nave “Peregrin” de la empresa Astrobotic que impulsó el cohete “Vulcan Centauro”. El proyecto y los artilugios creados fueron desarrollados por universitarios de varias instituciones de educación superior de México. Los micro robots pesan menos de 60 gramos y tienen 12 cm. de diámetro y trabajan colaborativamente para investigar la superficie lunar. Para el financiamiento se hizo “una vaquita” entre las universidades, gobierno y empresas extranjeras, pero lamentablemente no pudo aterrizar en el astro, aunque si cumplió con algunos trabajos programados. Y como escribió y cantó Cri Cri:

“La luna garapiñada quitando estrellas salió a brillar

solita, redonda y bella con luz de nácar pa’ regalar.

Ranita dime cómo, puedo encontrar al gnomo

Croac, croac, croac, croac, pues la Luna te lo dirá”

[1] La palabra “Xhunca” o Shunca, en zapoteco, significa la menor de la familia, la consentida y una forma cariñosa de llamar a la mujer amada.

[2] Dada la temperatura necesaria, en la naturaleza este tipo de reacciones solo pueden observarse en el núcleo de las estrellas, donde las temperaturas son del orden de decenas de millones de Kelvin. Artificialmente también pueden llevarse a cabo reacciones de fusión, aunque debido a las condiciones de temperatura necesarias, el control de estas reacciones es un reto tecnológico aún no resuelto. La primera aplicación de la fusión nuclear llevada a la práctica fue la invención de la bomba de hidrógeno.

[3] Redacción de bbc. (4 agosto 2019) “Jenaro Gajardo Vera, el chileno que quiso comprar la Luna”. [Consultado: septiembre 2021] https://www.bbc.com/mundo/noticias-48922328

[4] Lunar Embassy https://lunarembassy.com

[5] “Tratados y principios de las Naciones Unidas sobre el espacio ultraterrestre” [Consultado: diciembre de 2023]. https://www.unoosa.org/pdf/publications/STSPACE11S.pdf

[6] Se sabe que el almirante Carrero Blanco y el dictador Francisco Franco de España les “hicieron casita” a sendos fragmentos de piedras lunares, nomás por ociosos.

[7] fundeu-rae (Fundación del Español Urgente). [Consultado: enero 2024]. htpcs://www.fundeu.es/recomendacion/aterrizar-alunizar-amartizar-acometizar/

[8] “De la unam a la Luna: lista ya la Misión Colmena.” [Consultado: 4 de enero de 2024] https://www.gaceta.unam.mx/de-la-unam-a-la-luna-lista-ya-la-mision-colmena/

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