El arrollador triunfo de Morena en las elecciones del pasado 2 de junio, tuvo como consecuencia inmediata la derrota política definitiva de los partidos de la derecha, hoy en franca crisis existencial. Sin embargo, la derecha, y sus aparatos y organizaciones, sigue siendo fuerte y es poderosa, por lo cual, puede preverse, los obstáculos que enfrentará la presidenta Claudia Sheinbaum durante su gestión adquieren una nueva dimensión.
Se trata de la presencia de los poderes fácticos, entre ellos: la oligarquía financiera (sin duda, la determinante fundamental que ordena y jerarquiza a las demás); el Poder Judicial, el crimen organizado y los medios de comunicación. Que son algunas determinantes de la realidad concreta en este momento del país.
La oligarquía financiera, que durante el neoliberalismo fue absolutamente favorecida por las privatizaciones y la política de salarios que mantuvo por debajo del valor el precio de la fuerza de trabajo, se ha fortalecido y ampliado a lo largo del tiempo y, hoy, su poder se expresa en el mercado de valores, en las presiones contra el peso, provocando la especulación y el ascenso de los precios de bienes de consumo necesario o reduciendo la inversión, siendo en este momento la determinante de la realidad nacional, lo que le ha permitido acrecentar y fortalecido su poder en la economía, incluso, en el sexenio que concluye ha obtenido enormes ganancias; entre otras linduras la oligarquía ha eludido el pago de sus obligaciones fiscales. En efecto, según denunció el Presidente López Obrador: “Trece grandes contribuyentes deben al fisco casi 130 mil millones de pesos, pero jueces han frenado por meses el curso de las denuncias presentadas ante el Poder Judicial para poder recuperarlos” (La Jornada, viernes 19 de julio de 2024, p. 3).
También puedes leer: Arte y revolución
Las cosas han llegado al extremo de la connivencia entre la oligarquía y Poder Judicial, que teniendo el juez que recibe la demanda de 15 días para celebrar la primera audiencia, hay empresas, por ejemplo, como las de la industria refresquera, que tienen 208 días sin convocatoria a celebrar audiencias. El asunto que mayor retraso tiene es el de un consorcio minero, y data desde 2021, cuando la Fiscalía General de la República lo envió al Poder Judicial y hasta ahora sigue durmiendo el sueño de los justos. ¿Hasta cuándo? Pues hasta que un “digno juez lo considere pertinente”, es decir, Ad calendas graecas.
El Poder Judicial, poder por sus propios intereses y aparato puesto al servicio de la oligarquía a la que ofrece posibilidades como las señaladas, o que la militancia de magistrados, ministros y jueces contra el Ejecutivo y hacer del Poder Judicial convertido en brazo jurídico que puede frenar obras estratégicas del Ejecutivo, por lo cual precisa transformarse para ser un verdadero poder independiente e impartir justicia y dejar de ser “tapadera” de los negocios sucios de los oligarcas; por supuesto, existe el poder del crimen organizado que, con Felipe Calderón llegó a los niveles más altos del Ejecutivo y que si bien se expresa en algunas regiones del país, sus actividades y presiones al poder política son cada vez más fuertes y frecuentes.
Existe, también, un sector de los medios de comunicación prestos para atacar a quien se les ordene; de ocultar lo que haya que ocultar y calumniar a quien convenga para mantener la hegemonía de sus patrones: la oligarquía. Por fortuna, el dos de junio se demostró que la influencia de esta prensa entre la sociedad va en rápido descenso.
Todo ello en un entorno exterior complicado, tanto por el posible triunfo de Donald Trump en noviembre, como por el ascenso de la derecha organizada y conspirando desde el exterior.
Sin duda, Claudia Sheinbaum tiene el temple para enfrentar los riesgos que significan esos poderes fácticos y continuar con la Cuarta Transformación, o como ella la ha llamado: su segundo piso. Sin embargo, no puede ni debe prescindir de la movilización popular y la convicción masiva para impulsar los cambios que se avizoran y ahí está Morena para mantener vivo el movimiento que le dio vida.
Te podría interesar: La República Rural Justa y Soberana