Concesiones Integrales cortó el servicio de agua a la Central de Abasto de Puebla, principal centro de abasto y comercio del municipio y del estado, afectando a 500 bodegueros y cerca de 15 mil personas que trabajan o asisten para realizar sus compras y ventas.
Bajo el argumento de que 70 por ciento de los 500 locatarios se niega a cubrir un elevado adeudo que supera los 30 millones de pesos, lo que contrasta con el señalamiento de un ineficiente suministro que obligaba a los bodegueros a comprar pipas.
Aunque pueda suponerse que habrá una negociación, resulta paradójico que la autoridad permita un corte de este tipo, en un lugar de comercio principalmente al por mayor de alimentos, muchos de ellos perecederos, como las frutas y verduras, que se desplazan a muchas zonas de la entidad y al sureste del país.
Por otra parte, en varias ocasiones hemos documentado denuncias sobre cortes ilegales de la concesionaria. En marzo el activista Omar Jiménez Castro estimó que tan solo en los primeros dos meses del año la empresa sumaba 500 cortes ilegales de agua, entre los que destacan los hechos en contra de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y el Colegio Holístico por supuestos adeudos de 400 mil y 270 mil pesos, respectivamente. En el caso de la UPN, el corte del servicio de drenaje no solo afectaba a la institución educativa, sino que provocaba un foco de infección sobre la calle 121 Poniente, ya que las aguas residuales se filtran hacia la avenida, en pleno paso peatonal y de vehículos.
Resulta paradójico también que la autoridad no intervenga frenando estos excesos, pero que tampoco realice acciones que obliguen a la concesionaria a brindar un mejor servicio y que cumpla, como ha sido denunciado, con el saneamiento de las aguas residuales antes de arrojarlas al Atoyac, por el cual la ciudadanía paga y por lo cual se ha presentado una demanda colectiva ante el Poder Judicial de la Federación (PJF).