Tehuacán. Entre cantos, música y flores, este domingo llegó a Tehuacán el cuerpo de Obed Beltrán Sánchez, migrante que perdió la vida víctima de un tiroteo en el metro del Bronx en Nueva York. Sus familiares, amigos y vecinos fueron a recibirlo a la altura de la gasolinera del Riego para trasladarlo a la que fue su casa en el Poblado el Riego de esta ciudad, donde se prepararon los actos fúnebres.
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Junto a una imagen religiosa, se colocó la fotografía del joven, y en medio de cuatro cirios el féretro con sus restos mortales que llegaron a un día de cumplirse una semana del hecho violento en que perdió la vida. Alrededor de las 9 de la mañana, la gente comenzó a concentrarse en el punto referido, para recibir el cuerpo de Obed, luego de que el cónsul en Nueva York, Jorge Islas, dio a conocer que el sábado se inicio el traslado en avión hacia la Ciudad de México para llegar el domingo a esta ciudad.
La calle donde está su domicilio en Tehuacán se cerró a la circulación ya que mucha gente acudió a su encuentro y expresó en ese momento sus condolencias a sus seres queridos, entre ellos su esposa, sus padres y tres de sus hermanos, ya que Francisco se quedó en Estados Unidos, luego de haber realizado todos los trámites que se requirieron en ese país para lograr la repatriación de Obed.
Hace una semana, parecía lejos el día en que llegarían los restos del joven a Tehuacán, pues desde Nueva York la familia fue informada que el procedimiento sería largo, ya que al tratarse de una muerte violenta tenían que hacerse varias investigaciones, por lo que pidieron el apoyo del Consulado de México para agilizar el trámite.
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Anadoly y Nancy Patricia Arellano, hermanas de Samantha, quien es la esposa de Obed, expresaron en días pasados su gratitud al cónsul Jorge Islas y al personal a su cargo porque intervinieron con prontitud para que ese proceso se agilizara, de modo que la repatriación se hizo en un tiempo corto.
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Sus amigos se reunieron afuera del domicilio, ahí colocaron unas sillas para platicar y recordar a su amigo, de quien destacaron que siempre fue muy alegre, solidario y buen compañero, por lo que era muy querido entre la gente que lo conoció.
Obed llevaba casi dos años fuera del país, partió con documentación en regla hacia Canadá y posteriormente cruzó hacia Estados Unidos; siempre se mostró amoroso con sus hijas, su esposa y sus padres con quienes se comunicaba a diario, además de tener la ilusión de regresar a Tehuacán en diciembre, tenia el deseo de que su familia conociera Nueva York, por lo que ya estaban en trámites para obtener la visa, pero una pelea entre bandas delictivas impidió que todos esos sueños se hicieran realidad.