Diferentes investigadores y curadores harán una revisión de la pintura contemporánea en México. Ese es el objetivo del curso que propone el Museo Amparo para establecer líneas genealógicas de producción que permitan comprender la escena pictórica actual.
Coordinado académicamente por dos reconocidas curadoras e investigadoras como lo son Amanda de la Garza y Paula Duarte, el curso está programado del 7 de junio al 19 de julio, de manera virtual, de 17 a 19 horas.
Denominado Pintura contemporánea en México. Reflexiones desde la curaduría y la investigación, durante siete sesiones el curso ofrecerá un panorama general de las prácticas pictóricas para establecer puntos de conexión, confluencia y divergencia tanto a nivel histórico como contemporáneo.
Al mismo tiempo, de indica en un comunicado, se explorarán las temáticas y problemas relevantes de la pintura hoy en día.
El temario se integra por Generalidades del quehacer pictórico en México; El rezago de lo nacional, la pausa del conceptualismo; De la configuración pictórica a la enseñanza; Abstracción y género; Lecturas intergeneracionales de la pintura en México; y Curar pintura. De lo institucional a la mirada local.
Si bien el curso que tiene un costo de recuperación de mil 500 pesos está dirigido a estudiantes, profesores y personas interesadas en el tema, no se solicitan requisitos académicos. Al término, se otorgará una constancia de participación. Para más información se puede escribir a [email protected].
Destaca que el curso se enmarca en la exposición Pintura Contemporánea en México que no pretende hablar sobre la totalidad de la pintura en el país, sino hacer un contrapunteo entre artistas de diferentes generaciones, develando las relaciones formales y conceptuales que existen entre sí, y entre las preguntas que, con su obra, han hecho sobre lo pictórico.
La muestra, que fue resultado de un largo proceso de indagación curatorial entre Amanda de la Garza y Paula Duarte, reúne a nueve artistas: Ana Bidart, Bayrol Jiménez, Elsa-Louise Manceaux, Celeste, Cecilia Barreto, Francisco Taka Fernández, Luis Hampshire, Leo Marz y Néstor Jiménez, de quienes se concentra un nutrido cuerpo de trabajo y no sólo un par de obras.
El interés fue saber por qué la pintura había tenido un repunte en los últimos años, cuando en el año 2000 la abstracción geométrica había tomado relevancia en el mercado del arte, en bienales y galerías, siendo que luego de la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19 la pintura tuvo un repunte sin una razón visible con artistas que tenían como quehacer artístico y medio esta disciplina.
Así, la exposición persigue un objetivo que aunque pareciera sencillo entraña complejidad: el hacer una lectura transversal, a través de la mirada y la conceptualización de nueve artistas pertenecientes a diferentes generaciones. Para ello, se trazó una primera línea con artistas que nacieron en las décadas de los 70 y 80 del siglo anterior, revisando catálogos, exposiciones colectivas de 2002 a 2012, y examinando bienales como la Rufino Tamayo.
También se visitaron talleres y se analizó cuál había sido su formación, dónde habían expuesto y si habían sido parte del extinto Fondo Nacional para la Cultura y las Artes o del Sistema Nacional de Creadores, todo ello para entender las trayectorias de una manera compleja en términos de cómo se construye una escena, de dónde provienen las trayectorias, las formaciones y la importancia de escuelas o los caminos cruzados que van construyendo referentes de producción como las residencias artísticas.
La exhibición realizada entre el Museo Amparo y la empresa Ternium, que contó con el Estímulo Fiscal del Artículo 190 de la LISR, mejor conocido como Efiartes, permanecerá hasta finales de julio en las salas de exposición temporal.