El libro Mujeres. El mundo es nuestro reúne textos de 18 escritoras, narradoras y poetas de distintas generaciones quienes buscan crear puentes generacionales para visibilizar la lucha feminista a través de los años. Con él, señaló su coordinadora Claudia Muzzi, se deja ver que “no hay mejor manera de adueñarse del mundo que con las palabras”.
Editado este 2021 por Universo de Libros, su presentación virtual contó con la presencia de varias de sus participantes, como Beatriz Espejo, quien expresó que “siempre le ha interesado el problema femenino”, algo que demostró con El rehilete (1961-1971), revista que dirigió.
O Angelina Muñiz-Huberman, quien recordó la muerte de la escritora Hildegart Rodríguez Carballeira: “Un hecho histórico que ocurrió en la época de mi madre y me fue contado por ella, el cual terminó en tragedia en torno al papel de la mujer”.
Por su parte, Silvia Molina adelantó que en la antología podrá leerse su experiencia cuando fue becaria del programa de escritores de Iowa, donde recibió un trato desigual. Asimismo, Francesca Gargallo afirmó que las mujeres no son dueñas del mundo, ya que rechaza “esta idea capitalista y patriarcal, pero tenemos derecho a él al igual que todos los seres”.
Mientras que Mónica Braun retomó el libro Enfermedades y trastornos en la vida conyugal (Dr. Vander,1958), del cual dijo que “es una cosa horrenda que criticaba a las mujeres que no eran sumisas”. Por su parte, Jessy Bulbo compartió que en su texto describe la educación que recibió por sus padres, quienes eran feministas.
Aunque el feminismo ha logrado varias victorias como la creación de la Ley Olimpia, Tanya Huntington consideró que aún falta un largo trayecto por recorrer. En su turno, Alma Karla Sandoval reveló que en su texto Era el sonido de su mundo derrumbándose, expone el significado de ser escritora en estos tiempos.
En tanto, Yael Weiss consideró que las conversaciones sobre ser mujer no solo son infinitas, sino urgentes, ya que “la propia cultura sobre lo que significa ser femenina está llena de contradicciones”.
En ese sentido, Aniela Rodríguez detalló que la mayoría de los textos que conforman el libro Mujeres. El mundo es nuestro son un llamado a la sociedad para que cambie el concepto que tiene sobre la feminidad.
Andrea Chapela, con Topografía y llanto, presenta un análisis “muy personal y puntual basado en la línea de que todo lo personal es político”; mientras Tania Langarica comentó que, si bien concibe los textos de la obra como una búsqueda del bienestar de las féminas, “también habla sobre nuestra propia resistencia a estar bien”.
Se trata de una antología en la cual se exponen experiencias y reflexiones personales sobre el significado de ser mujer en México. “Sus ideales, miedos, lo que implica reconocerse a sí mismas y entre sí; es decir, como compañeras de una misma realidad que plantean su postura ante la necesidad del cambio”, como expresó la coordinadora nacional de Literatura, Leticia Luna.