Se dice que a varios de los miembros del Consejo Estatal de Morena empezaron a ser convocados –desde este lunes— para construir un consenso de quién debe ser el próximo presidente (a) estatal del Partido de Regeneración Nacional, toda vez que en menos de 50 días debe haber un relevo en dos de los principales cargos de esta fuerza política.
También trascendió que los dos nombres que se están barajeando son: el de Pavel Gaspar Ramírez y el de David Rivera Vivanco.
Según se comenta entre algunos morenistas, quien tiene más posibilidades es el actual diputado local de Morena, Pavel Gaspar Ramírez.
El legislador que representa a una parte de la Mixteca poblana tendría dos factores a favor:
Primero: que es parte del primer círculo de confianza del gobernador electo Alejandro Armenta Mier, pues fue integrante de su equipo desde que comenzó a buscar la candidatura de la 4T a la titularidad del Poder Ejecutivo.
Segundo: es visto como un importante líder de la izquierda poblana, una presencia que empezó a construir su padre, Horacio Gaspar Lima, quien fue dirigente y diputada del PRD, en una época en que era una labor heroica ser representante popular de oposición frente a un PRI autoritario y caciquil.
Con Gaspar Ramírez no habría una falta de identidad con las bases del movimiento obradorista. Tal como si lo hay con Olga Lucia Romero Garci-Crespo –la actual presidente de esta fuerza política– que siempre fue vista como alguien ajena a la 4T.
Mientras que, con David Rivera Vivanco, aunque es fundador de Morena, se le ve con mucha animadversión –cuentan algunos morenistas— por lo excesivo que sería ya la presencia de los miembros de la misma familia en cargos de la 4T, en caso de que a este activista se le dejara ser el próximo presidente estatal del Partido de Regeneración Nacional.
Para muchos militantes de Morena fue una decisión desproporcionada que la ex edil de la capital, Claudia Rivera Vivanco, se le diera una posición diputada federal; a su hermana Mayte una regiduría en el ayuntamiento de la ciudad de Puebla y que David, se le haya asignado el cargo de director de Análisis Político del gobierno estatal entrante. Sin tomar en cuenta que hay otros parientes más en la 4T.
Algunos dicen –de manera crítica– que los hermanos Rivera Vivanco ya son como los hermanos Riestra Piña en la época del morenovallismo, en que Mario, Rodrigo y Susana tenían altos cargos políticos en el periodo de los gobiernos del PAN.
Fuentes de la 4T señalan que todavía no es definitivo que el “candidato de unidad” para ocupar la presidencia de Morena a lo largo de los siguientes tres años, salga exclusivamente de la dupla de: Pavel Gaspar o David Rivera.
Todavía podrían aparecer un par de nombres más de posibles aspirantes a ese cargo. Sobre todo, hay la posibilidad de que se anote el nombre de una mujer, para fingir que no hay misoginia en el proceso interno de Morena.
Otro trascendido es que quien este lunes habría empezado a convocar a los consejeros estatales de Morena para reunirse y alcanzar un consenso sobre la próxima dirección del partido, fue la presidente del Congreso, Laura Artemisa García Chávez.
Más allá del consenso que pueda surgir, es necesario cuestionar: en todo esto, ¿dónde queda la opinión o la participación de la militancia de Morena?
Queda claro que Morena es todo, menos un partido democrático.
Nunca se deja que sean los militantes lo que tomen las decisiones.
Por eso Morena cada vez se parece más a las actitudes fingidas del viejo PRI en donde todos los dirigentes se elegían bajo la fórmula de “los candidatos de unidad”.
Que no era otra cosa que dictar “línea” a los consejeros priista, bajo la advertencia de que quien no votara como se “sugería”, entonces se le castigaba “quedando fuera del presupuesto”.
Ahora en Morena ya se tiene ese mismo vicio priista.