Verse como creadores del lugar, no solo como receptores de información sino como artistas que pueden ser, como aquellos que pueden compartir y mostrar lo que pueden hacer. Bajo esa dinámica, durante un año un grupo de niños y niñas habitantes del barrio de Xonaca realizaron caminatas fotográficas por su barrio para retratar su entorno.
Parte de esas miradas se mostrarán este sábado 13 de enero a las 15 horas en la exposición Les cazadores de imágenes, que será montada como parte de Muro rojo, un proyecto del foro de cultura Karuzo -11 Oriente 218, Centro Histórico-.
El proyecto ha sido impulsado por El callejón del gañán, un espacio cultural ubicado en la calle Centenario 41 de la colonia Luz del Alba, en el barrio de Xonaca, fundado y dirigido por Héctor Jiménez, en donde se impulsan la música, el cine, la lectura y ahora la fotografía, que son vistos como medios de creación y expresión, así como de interacción con el barrio.
Karla Flores coordinó este proyecto que implicó un año de caminatas fotográficas con un grupo de niños y niñas, entre seis y 13 años de edad, las cuales persiguieron la misma dinámica del Callejón: la de generar espacios en donde sus participantes no sólo aprendan, sino donde sean creadores.
El taller, que reunió a un grupo de poco más de 10 niños durante dos horas y media, comenzó con una introducción teórica de la fotografía, particularmente sobre el trabajo de fotógrafas, con el fin de introducir a los menores a otras miradas que pudieran servir de referencia para poder capturar las cosas.
Luego, cuenta durante una entrevista, el Consejo Puebla de Lectura (CPL), un espacio aliado del Callejón del gañán, prestó unas cámaras digitales con las cuales los niños y niñas recorrieron a diferentes espacios del barrio de Xonaca: el mercado, los Fuertes y sus museos, los comercios populares como talleres mecánicos o espacios donde se baila danzón, además de talleres de artistas locales.
“Ha sido padre para ellos porque no solo ven a la gente sino que la retratan desde su mirada lo que estuvieron visualizando y entendiendo”, dijo Flores.
Completó que al lado de Héctor Jiménez, se una revisión de las fotografías, siendo que las que cumplieron con las dinámicas de cada sesión y ciertos aspectos como composición y equilibrio, fueron impresas para que los participantes pudieran ver los resultados de su trabajo.
Para la exposición, continuó la integrante del Callejón del gañán, los niños eligieron sus mejores tres fotografías, a la par de que hicieron su semblanza y textos en los que compartieron sus ideas y sentimientos.
“La mayoría retratan la cotidianidad y hay dos cosas: se han retratado a ellos en reflejos de automóviles, espejos y ventanas, encontrando su silueta, además de retratos sobre animales y plantas, casas y los colores en los que van contando de lo que les llama la atención”, menciona la tallerista.
La decisión de tomar como herramienta a la fotografía, añade Karla Flores, es porque permite hacer narrativas personales a través de ejercicios de revisión fotográfica, redacción y creación de una historia en torno a las imágenes, con las cuales los niños y niñas apreciaron su trabajo y la forma en que “narraron con una mirada del barrio”.
Concluye que con la apertura de la exposición Les cazadores de imágenes de cierta forma se cierra un ciclo, una etapa introductoria, de práctica y experimentación, que ayuda a finalizar lo que se aprendió. No obstante, el proyecto continuará y crecerá invitando a fotógrafos profesionales para que compartan sus experiencias y técnicas.
Destaca que la muestra fotográfica formará parte del proyecto de Muro rojo, un espacio de Karuzo que busca dar voz a compañeros, amigos y creadores que quieran comunicar algo, que estén asentados en esta ciudad y en el contexto que se vive.
Coordinado por María González, artista mejor conocida por su apelativo Kara de mono, señala que la iniciativa se gestó en agosto de 2023 a partir del muro de color rojo que quedó libre en el interior de Karuzo, en donde se exhibían carteles de artistas, lugares y consignas.
“Con el tiempo los carteles se hicieron viejos y el muro se quedó vacío, causando ansiedad y teniendo algo que decir”, señala y recuerda que desde aquella fecha se expuso, mes con mes, la obra gráfica, de bordado, serigrafía, pintura y cuadernos de trabajo de diversos artistas.
“Como artista me ha tocado rascarle, buscar en donde compartir y me he topado con pared de muchas maneras, saber si consideran o no tu obra, si les interesa. Abrir Muro rojo es una satisfacción grande pues significa quitar todas esas trabas con la que pude haber encontrado en el pasado”, agrega la artista.
Completa que en Muro rojo quedan fuera los parámetros de “lo bonito o lo estético”, pues se da cabida a las expresiones libres y puras, que vayan con el sentido del espacio que es también el ser un foro más abierto, sin burocracia, que está abierto toda la semana, que se comparte con el público que asiste a Karuzo y durante las inauguraciones.
Al final, concluye Kara de mono, lo que busca Muro rojo es ser el punto de encuentro para cuestionar, platicar y unir fuerzas, y en este caso con Les cazadores de imágenes abrir un espacio para los niños, para mostrar sus primeras fotografías, su visión del lugar donde habitan.