Las derechas padecen una crisis de larga data, pero no están muertas, siguen vivas y hacen lo que mejor saben hacer: reunirse en diversas partes del mundo, para pintar un mundo de terror si “los rojos” alcanzan el poder.
El pasado 2 de diciembre, en Madrid, centro motor de las derechas españolas teniendo como uno de sus instrumentos el partido político de extrema derecha Vox, se reunieron en un Foro titulado “México y España por siempre Amigos”, convocado por una organización de ultraderecha llamada Neos. Participaron, en el Foro, como conductor Ciro Gómez Leiva y como ponente Felipe Calderón. Neos es una fundación ultraderechista, cuyo objetivo es impulsar a las organizaciones de las derechas y orientar sus expresiones fundamentales, particularmente, tiende a fortalecer a la ultraderecha católica que propone “la subyugación de la vida pública al puritanismo (pues se oponen a los derechos reproductivos)” y mantiene su incapacidad de entender la pluralidad social oponiéndose a la diversidad sexual y sostiene una actividad “conspirativa de la realidad, pues se oponen, como cualquier anti vacunas a una supuesta Agenda 20–30” (Héctor Alejandro Quintanar, Neos y CPAC: comunión de las derechas, 12–08–24, p. 12).
En el Foro, Felipe Calderón ofreció un cursi discurso sobre la amistad del pueblo de español y el mexicano, pero se lanzó contra el gobierno de Claudia Sheinbaum diciendo que la Presidenta está instalada “en la sombra del resentimiento” por mantener la demanda de exigir una respuesta a la petición hecha a la Monarquía española para que pida perdón por los abusos cometidos durante la Conquista y los tres siglos de dominación. Tercos como parecen ser los monárquicos españoles, se han negado a ofrecer las disculpas correspondientes, “pensando” que eso es una humillación, cuando sólo sería un acto de honesta autocrítica, valores de los que, evidentemente, carece la monarquía española.
El Foro dio lugar a que la presidenta de la Comunidad de Madrid, la derechista Isabel Díaz Ayuso en su intervención, tal vez sin quererlo, dibujo la vida política de Felipe Calderón. Dijo, “aquellos gobiernos que odian lo español desde dentro (de España) y desde fuera lo promueven fervientemente, son, por cierto, gobiernos que acaban siendo igual de tiranos que se convierten en narco estados (Calderón debió recordar a García Limón su jefe de seguridad), que fulminan la clase media, provocan pobreza e inseguridad, no dejaremos que vuelvan a envenenar… nuestro futuro común.” Los rojos son el caos, acaban con la clase media, por tanto, la amenaza: no dejarán que se envenene el futuro común, pero será su futuro que, a la vista, se llena de instituciones bancarias, de esas que se enriquecen con cantidades obscenas a costa del trabajo de los mexicanos.
Pero el Foro en Madrid, no fue el único encuentro derechista. Casi de manera simultánea, en Buenos Aires, Argentina, se llevó a cabo una reunión de la “Conferencia Política de Acción Conservadora,” en la cual también hubo presencia mexicana; estuvieron ahí: Eduardo Verástegui , quien ha realizados varios frustrados esfuerzos por fundar un parido de ultraderecha, parecido al Vox español, también, debutó en las reuniones internacionales el empresario Ricardo Salinas Pliego, si el de Elektra, quien habló de dar la “batalla cultural”, es decir, promover la contracultura conservadora, reaccionaria: misógina, racista, promotora de la desigualdad y el individualismo, predicas anti estatales y partidaria de los “golpes de Estado blandos.”
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En su discurso, Salinas (tenía que ser) Pliego, reveló su ideario, de alguna manera hay que llamarlo: “Quiero hablarles de una palabra (sic) clave: libertad, Y contra esa palabra los zurdos de mierda no pueden…porque el zurdo tiene la otra palabra que es igualdad. Y esa palabra es nefasta, es nociva y es del lado del mal (sic). Y por eso estamos hablando hoy de la batalla cultural.”
Para terminar y confirmar la simplona visión del empresario sobre los problemas de la sociedad y su solución, planteó su “análisis” sobre lo que ocurre en México, donde dijo “pensábamos [sin decir, quienes pensaban], que habíamos llegado a una situación democrática y resulta que ya volvimos a la situación de partido único.” Lo que no dijo tan fina persona es que, en esos gobiernos, que ahora dice repudiar, hizo su fortuna y se movía como pez en el agua: evadiendo impuestos y callando los excesos gubernamentales.
Y si cree que con esas propuestas podrá la derecha atraer a la población, se equivoca porque sus ideas están lejos de satisfacer las expectativas de los mexicanos.
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