Hasta 50 minutos tardaron en pasar automovilistas y transportistas por la autopista México-Puebla, en el tramo que va de San Miguel Xoxtla a Ocotlán, debido a que las casetas del libramiento elevado operan de manera intermitente.
Desde temprana hora de este día, la circulación es prácticamente a vuelta de rueda; esta situación ha sido una constante, ya sea por la operación de las casetas o por mantenimiento al segundo piso.
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Es recurrente que los vehículos se queden atrapados a metros del acceso porque no está habilitado el cobro o están arreglando la vialidad y no se permite el paso, pero tampoco pueden echarse de reversa para tomar el bajo puente, generándose así un cuello de botella.
Cuando esto ocurre, los conductores suelen buscan alternativas para evitar el congestionamiento vehicular, por lo que circulan por caminos de Xoxtla, Mihuacán y Ocotlán, que además varios de ellos carecen de pavimento y se encuentran llenos de hoyos.
Se estima que por la México-Puebla circulan diariamente 120 mil vehículos, gran parte de estos transportan mercancías que llegan a Puebla o van a Veracruz.
Además, cuando hay cierres o problemas de tráfico en la zona donde comienza el libramiento elevado, las empresas, que son en su mayoría del sector automotriz, se ven impactadas en los horarios en que deben llegar sus productos.
A ello se suma la afectación misma de las poblaciones paralelas a la autopista, toda vez que miles de personas viajan a la ciudad de Puebla por trabajo, estudio o para abastecerse de productos; también son afectadas las que provienen de la región de Texmelucan y tienen necesidad de llegar a la capital poblana.
Para la construcción del segundo piso fueron invertidos mil 500 millones de pesos y actualmente la vía se encuentra concesionada.
Si bien ha servido sobre todo para los transportistas usar el libramiento, se estima que solo el 10 por ciento de todos los vehículos que recorren la autopista lo utilizan.
En noviembre del año pasado, el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes Peregrina anunció que buscaría con la federación intervenir el segundo piso, a fin de evitar los congestionamientos vehiculares.
El mandatario estatal sostuvo que la obra –construida en los periodos de Enrique Peña Nieto y Rafael Moreno Valle- estuvo mal planeada, toda vez que las salidas y accesos son muy reducidos y además delegaron en el gobierno poblano el mantenimiento del bajo puente.
El titular del Poder Ejecutivo comentó que ya había tenido reuniones con los concesionarios para encontrar una solución, pero a la fecha el problema continúa.


