La Malinche fue decretada Parque Nacional el 6 de octubre de 1938, para protegerla de la extracción de madera, de invasiones y desmontes para la agricultura y pastoreo, y ante la pérdida del hábitat de múltiples especies silvestres. Comprende, según datos oficiales, una superficie total de 46,112.24 hectáreas distribuidas en Tlaxcala y Puebla: 33,488.24 y 12,624, respectivamente. Dentro de dicho territorio se encuentran ubicados 16 municipios, de los cuales 12 son de Tlaxcala y cuatro del estado de Puebla.
La tala del bosque, pese a estar prohibida desde ese año, ha sido una práctica recurrente y la pérdida de la superficie del bosque es notoria y mucho más acentuada del lado poblano, ante la falta de acciones de las autoridades para frenar la extracción ilegal y generar de manera consistente prácticas de conservación y regeneración del bosque, ya que de ahí proviene una parte importante del agua requerida para las comunidades y el municipio poblano.
Se menciona en la información hoy presentada que, a decir de activistas y defensores del bosque, en el lugar operan tres tipos de talamontes: los que sacan polines y tablas, principalmente para la industria de la construcción, los cuales invaden predios particulares y mediante motosierras derriban árboles para la extracción, están armados y forman parte de organizaciones delictivas que trafican con la madera; los leñeros, que toman la madera y la venden para leña, y carboneros, que producen el carbón en la montaña y lo comercializan en mercados de Puebla capital.
No ha existido hasta el momento el interés y la voluntad política gubernamental, en sus distintos ámbitos de gobierno, pese a la evidencia y los diagnósticos existentes y a las denuncias que se han realizado, por modificar esa realidad, que además tome en cuenta las necesidades de las comunidades que están asentadas en la faldas y que son fundamentales para la conservación del bosque.