La trayectoria de más de tres décadas de Teresa Margolles, su indagación sobre las formas en las que opera la violencia y sus efectos en la sociedad, así como las obras exhibidas lo mismo en el Museo Amparo que en el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG), serán abordados, en una conversación virtual, entre la artista y la curadora Tatiana Cuevas.
Como parte de la serie Diálogos con artistas de la Colección de Arte Contemporáneo, Margolles y Cuevas conversarán este miércoles 20 de octubre a las 19 horas a través de Facebook Live del Museo Amparo.
Esta conversación tomará como punto de partida tres obras de Margolles que forman parte, respectivamente, de los acervos de ambos recintos: Esta finca no será demolida (I al VIII), 2010 y PM 2010, 2012, actualmente presentadas en la exposición El tiempo en las cosas en el Museo Amparo, de la cual es curadora. Asimismo, abordarán la pieza ¿De qué otra cosa podríamos hablar? exhibida en Alegorías del mal gobierno en el MACG.
Desde sus inicios a principios de los años 90 del siglo anterior como parte del colectivo SEMEFO (acrónimo de Servicio Médico Forense), un grupo de performance centrado en la necrofilia, Teresa Margolles (Culiacán, Sinaloa, 1963) se ha interesado por los cuerpos violentados por el crimen organizado, principalmente al norte de México, las consecuencias que se generan alrededor de ellos y los entramados sociales minados por la violencia.
Sus instalaciones, esculturas, videos y fotografías –anota el Museo Amparo- no se centran en documentar los efectos atroces del estado de excepción a manos del narcotráfico; sus poéticas tocan los embates que los cuerpos inertes encarnan como trazos de vida: el dolor, el duelo, el abandono, el olvido o la indiferencia.
Si bien sus obras parten de los cadáveres y la muerte, Margolles no hace de ellos objetos estéticos, sino que los toma como sujetos políticos con una historia que también se expresa en el cuerpo colectivo en la forma de poblaciones marginadas y precarizadas.
Es una de las artistas mexicanas con mayor relevancia a nivel internacional. Estudió Comunicación y Medicina forense en la UNAM. Entre 1990-1998 formó parte del grupo SEMEFO, junto con Arturo Angulo Gallardo, Juan Luis García Zavaleta, Carlos López Orozco y Mónica García. Uno de sus proyectos clave es ¿De qué otra cosa podríamos hablar? (2009), que presentó en el Pabellón de México en la 53 Bienal de Venecia.
Su trabajo ha sido objeto de múltiples exposiciones individuales, entre las que destacan Estorbo (MAM Bogotá), Ya basta hijos de puta (PAC Pavilion of Contemporary Art, Milán), La búsqueda (expuesta en recintos de Zúrich, Madrid y Ciudad de México), Teresa Margolles (LACMA), y 127 cuerpos (Kunsteverin für die Rehinlande und Wstfalen, Dÿsseldorf), entre otras.
Asimismo, ha participado en diversas bienales y muestras colectivas como We are the revolution (Galleria d’Arte Moderna Ricci Oddi, Milán). Manifesta 11: What People Do For Money (Zúrich), Crime in Art (MOCAK, Polonia), Hay más rutas que la nuestra (Museo Tamayo), XVIII Bienal de Arte Paiz (Guatemala), No Lone Zone (Tate Modern, Londres), El grito (MUSAC, León, España) y Arte no es Vida: Actions by Artists of the Anericas, 1960-2000 (Museo de Arte del Banco de la República, Bogotá; Museo Amparo, Puebla), por mencionar algunas.
En su caso, Tatiana Cuevas, quien desde 2019 es directora del Museo de Arte Carrillo Gil en Ciudad de México, ha sido también curadora de la Sala de Arte Público Siqueiros, de arte contemporáneo del Museo de Arte de Lima, Perú y curadora asociada del Museo Tamayo Arte Contemporáneo.
Ha organizado numerosas exposiciones individuales y colectivas que muestran el trabajo de artistas latinoamericanos e internacionales desde una perspectiva regional, planteando un análisis de conceptos clave de la contemporaneidad; entre ellas destacan Silvia Gruner. Hemisferios: Apuntes para un laberinto y Rastros y vestigios. Indagaciones sobre el presente, ambas presentadas en el Museo Amparo.