Septiembre es el mes patrio en conmemoración al aniversario del inicio de la guerra de independencia del 16 de septiembre de 1810. Llegan a la memoria acontecimientos, y nombres de mujeres y hombres valientes que dieron su vida por alcanzar la libertad y la independencia como pueblo. Los antecedentes fueron trescientos años de sometimiento, violaciones, torturas, violencia, muerte, esclavitud y saqueo de la riqueza de oro y plata, y de cuanta riqueza encontraron en los palacios de los monarcas de los pueblos originarios y de sus territorios.
El prócer de la patria Miguel Hidalgo y Costilla, que encabezo la lucha de independencia, fue fusilado el 30 de julio de 1811 en Chihuahua. La guerra por la independencia la continúa el religioso, político, militar y caudillo insurgente José María Moleros y Pavón, quien lucho en todo momento a lado del Cura Hidalgo.
“Morir es nada cuando por la patria se muere, y yo he cumplido, como debo, con mi conciencia y como americano. Dios salve a la Patria, cuya esperanza va conmigo a la tumba.” Fueron palabras del Generalísimo José María Moleros, antes de su fusilamiento aquel 22 de diciembre de 1815.
Otro de los grandes guerreros, que luchó al lado del Generalísimo Morelos, y que hizo honor a su apellido, fue el intrépido, estratega, valiente y jefe militar Vicente Guerrero Saldaña. A finales de 1810 se unió a la insurgencia bajo las órdenes de Hermenegildo Galeana, sumándose así a las fuerzas del caudillo Morelos, donde se distinguió por su valor e inteligencia táctica en el campo de batalla.
Tras la captura y muerte de Morelos, y la disolución del Congreso de Chilpancingo, la insurgencia se fragmentó y debilitó; sin embargo, entre 1816-1821, Vicente Guerrero se mantuvo en pie de lucha en territorio suriano, rechazando los ofrecimientos de indulto por parte del Virrey Juan Ruíz de Apodaca, hasta su traición y fusilamiento el 14 de febrero de 1831.
En 1815 Juan Pedro Guerrero, padre de Vicente Guerrero, fue contactado directamente por Apodaca para que le ofreciera el indulto a su hijo; sin embargo, lo rechazó totalmente. Lorenzo de Zavala, protagonista de la lucha de independencia, afirma que en aquella ocasión Vicente Guerrero exclamó: Señores, este es mi padre, ha venido a ofrecerme el indulto en nombre de los españoles. Siempre he respetado a mi padre, pero ¡la patria es primero! Desde entonces, la frase se inmortalizó.
El 8 de septiembre de 1971 por el 150 aniversario de la consumación de la Independencia, el Presidente y autor de la guerra sucia Luis Echeverría Álvarez, ordenó escribir con letras de oro dicha frase en las habitaciones solemnes del Palacio Nacional y de las Cámaras de Diputados y Senadores del Congreso de la Unión.
Después de los antecedentes históricos enunciados, y teniendo un país que por décadas fue saqueado por sus gobernantes, un pueblo que ha sido reprimido, masacrado, manipulado, y empobrecido, y que sigue sufriendo consecuencias; en verdad, para ellos ¿la patria es primero? Expresidentes que terminan con cuentas millonarias y residencia en el extranjero; legisladores que han aprobado iniciativas y leyes a modo; ministros, jueces y magistrados que amparan a delincuentes de cuello blanco; exgobernadores que se retiran de la vida pública dejando desfalcos o deudas multimillonarias; alcaldes que al término de su mandato son dueños de constructoras; o servidores públicos de mandos superiores y medios coludidos en actos de corrupción; para ellos ¿la patria es primero? o simple simulación.
A pesar de tantos agravios a la nación, ningún expresidente o exgobernador ha sido juzgado por traición a la patria; ¿acuerdos cupulares, encubrimientos, componendas? todo es posible, pero los agravios continúan en otras tonalidades.
¡Viva México! es una expresión que debiera inspirar un auténtico respeto, amor y admiración por la patria; los personajes de la vida pública son los primeros que deben sostener la ley, anteponiendo los intereses supremos de la patria, y no los personales. País, nación, patria y pueblo, son términos afines, pero no sinónimos; la patria (Tierra de los padres), es la tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos. La patria es libertad, justicia, orden, paz, bienestar, amor y dignidad de un pueblo.
Yo me quedo con el legado del cantautor chileno Víctor Jara, torturado y asesinado el 16 de septiembre de 1973 por la dictadura militar de Augusto Pinochet, tras el golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende. Cuatro días antes del golpe, le preguntaron, ¿Qué es patria? “Patria es el amor a mi hogar, mi mujer y mis hijos. Es amor a la tierra que me ha ayudado a vivir; es el amor a la educación y al trabajo; es amor a los demás que trabajan por el bienestar común; es amor a la justicia como instrumento del equilibrio para la dignidad del hombre; es el amor a la paz para gozar de la vida; el amor a la libertad, no al libre albedrío, no a la libertad de unos para vivir de otros; sino la libertad de todos. La libertad para que yo exista y existan mis hijos, y mi hogar, y el barrio, y la ciudad, y los pueblos, y todos los contornos donde nos ha correspondido forjar nuestro destino. Sin yugos propios ni yugos extranjeros”.
Si este 16 de septiembre gritas ¡Viva México! recuerda que “La patria es primero”.
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