Letras y pliegos: la imprenta y bandos en la Puebla de los Ángeles. Memoria del mundo 2023, es el título de la colección de dos libros que contienen parte de la historia de esta ciudad desde dos caminos: el de la imprenta, los impresores, las familias y la cultura escrita e impresa de la ciudad; y sobre los bandos establecidos en torno a la economía, la sociedad, la política y la cultura, que dan cuenta de estos documentos de juramento resguardados en el Archivo General Municipal de Puebla (AGMP), reconocidos en 2023 como Memoria del mundo por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
La publicación es también una provocación en ambos derroteros: la “piedra lanzada” por la reconocida investigadora del libro y la imprenta Marina Garina Gravier para continuar con el abordaje de la historia del tema en Puebla, y el llamado a hacer un estudio más “meticuloso” sobre el año 1882 y la forma en que la sociedad local se volvió “fiel defensora” del emperador Iturbide, una “posición que no es conservadora, sino de una profundidad que no hemos advertido”, sino que está a la espera “de más ojos, más manos, más interpretación”, como sostuvo la historiadora Alicia Tecuanhuey Sandoval.
La edición, hecha por el ayuntamiento de Puebla, con apoyo de la Universidad de las Américas Puebla -el sello editor-, fue presentada en la Biblioteca Palafoxiana, y consiste en un par de libros: Breve historia de la imprenta y los impresores en la Puebla de los Ángeles (1639-1821) y Bandos para el buen gobierno de la ciudad de Puebla, Memoria del mundo 2023, ambos resultado de la participación de investigadores, editores y colaboradores locales.
El primero, coordinado por Marina Garone, investigadora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) de la UNAM, contiene la historia de la imprenta en Puebla que “no es breve”, sino más bien marca una necesidad: el seguir trabajando para construir esta memoria. “Por eso es breve. No es que Puebla sea chiquita, al contrario, es porque es tan grande que debe ir paso a pasito”, dijo durante la presentación del volumen acompañada por Rosalva Loreto y la directora del AGMP, María Teresa Cordero Arce.
Dijo que centrada en Puebla, esta historia tiene su germen en 2009 cuando entró al IIB con el cometido de retomar proyectos, preguntas e indagaciones de historiadores que le antecedieron y habían desarrollado toda una historia regional de la imprenta mexicana, con obras fundamentales y de antigüedad, de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, como lo hecho por Francisco Pérez Salazar que elaboró, hacia finales de los años 30 del siglo anterior dos obras que para ella fueron clave: una sobre impresores y otra sobre grabadores.
Después de este autor, continuó la investigadora que se asume como poblana porque decidió serlo, ha habido otros artículos que centraban su atención en lecturas y lectoras de Puebla, “sin embargo, otros datos era saber quiénes eran, de nombre y apellido, dónde vivían, cuándo empezaron a trabajar, cuándo y cómo obtuvieron los privilegios de la impresión, dónde estaban establecidos sus talleres, o cuáles eran sus redes familiares”.
Así, apoyada en una “constelación” de colaboradores, construyó Breve historia de la imprenta y los impresores en la Puebla de los Ángeles (1639-1821) que aborda el origen de la imprenta, los impresores e imprentas en orden cronológico, el vocabulario técnico de la práctica e “introduce en la sutil diferencia entre bibliotecas monacales y bibliotecas de colegios” –como notó Rosalva Loreto-, que en suma es una suerte “de jabalina”, pues su autora está convencida que la historia de la imprenta se tiene que hacer entre todos, pues no es un proyecto individual sino colectivo, al “ser el patrimonio un proyecto colectivo, como la memoria”.
Mientras que en Bandos para el buen gobierno de la ciudad de Puebla, Memoria del mundo 2023 contiene parte de éstos documentos oficiales a través de los cuales las autoridades publicaban las normas para regular la vida en la ciudad, bajo la coordinación de Alicia Tecuanhuey, investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” de la UAP.
La historiadora detalló que este libro se compone por dos capítulos: el primero sobre el contexto en que se publicaron estos bandos desde la época virreinal hasta principios del siglo XX, y el segundo sobre tres bandos que resguarda el archivo municipal denominados Impresos poblanos del imperio mexicano 1822, producidos en el taller De la Rosa, que destacan por su soporte metálico con acabado en colores oro, plata y bronce, y que presentan un contenido similar entre sí con letra de molde que dicta el acuerdo de Cabildo sobre el juramento de reconocimiento y obediencia a Su Majestad Imperial Agustín Primero, soberano del Imperio Mexicano, acto celebrado el 8 de diciembre de 1822.
“Son documentos que daban identidad y otorgaban privilegios y derechos a los habitantes de la ciudad. Es un registro muy sistemático de la historia de los habitantes de la Puebla de los Ángeles y después de la Puebla de Zaragoza (…)”, mencionó Tecuanhuey Sandoval.