Campesinos de pueblos ubicados en la región de los volcanes, vecinos del relleno sanitario intermunicipal de San Pedro Cholula, que limita con San Andrés Calpan, y organizaciones solidarias con su lucha, bloquearon ayer por siete horas la Recta Puebla–Cholula, una de las principales vialidades de la zona metropolitana, en exigencia de que el confinamiento sea clausurado de manera definitiva.
La protesta se hizo como parte de las acciones globales por el Día Mundial de la Tierra, pero los manifestantes aprovecharon la ocasión para demostrar la fortaleza de su movimiento, respondiendo así a las declaraciones que ha emitido el titular de la Secretaría de Gobernación, Javier Aquino Limón, quien ha dicho que son pocas las personas inconformes y que impiden, desde el 28 de marzo pasado, que se utilice el vertedero por los 21 municipios a los que brindaba servicio, lo que ha generado graves problemas para el manejo de la basura en esos ayuntamientos.
La movilización fue anunciada con al menos dos semanas de antelación, lo mismo que las demandas de los pueblos: el cierre definitivo del basurero, la presentación de un plan de abandono, la solución a la contaminación de los mantos acuíferos y la elaboración de un programa de manejo de desechos adecuado. Se trata de las mismas exigencias que han hecho desde hace más de tres meses, cuando iniciaron las protestas, y las cuales no han tenido respuesta de las autoridades.
El problema del manejo de los desperdicios urbanos es sumamente complejo, más aún cuando se expanden a la par del consumo y las actividades económicas y es claro que no es fácil hallar una solución inmediata, pero también es cierto que hasta ahora no se ha mostrado voluntad de las autoridades para diseñar al menos un documento de propuestas de solución que pueda ser presentado no solo a los pueblos y organizaciones que hoy están en pie de lucha, sino a todos los sectores de la sociedad, copartícipes en la generación de los desechos y por tanto en la necesaria búsqueda de alternativas.