La fiesta como herramienta de equilibrio social, como una propuesta que pone en una misma jerarquía a las comunidades hegemónicas y a las subalternas; también, por el gusto de hacerse, por compartir y generar comunidad.
Bajo esa lógica ha corrido el Festival nacional de la Mixteca que su tercera edición será el próximo 8 de marzo en el cerro de Labor, donde se encontrarán danzantes y danzas de esta región cultural compartida entre Puebla, Oaxaca y Guerrero.
En ese sentido, Yoringuel Camaño Cruz, presidente de la Feria de San Jerónimo Xayacatlán en la que se engloba el festival, señaló que desde su primera edición el objetivo ha sido reunir a músicos, danzantes y artesanos que reproducen la cultura de los pueblos y la mantienen viva.
“El objetivo es visibilizar las músicas y las danzas tradicionales que han sido olvidadas” dijo durante una conferencia de medios.
Como ejemplo, enlistó casos como La maroma campesina, un circo indígena que ha estado desapareciendo, pues de haber unas 30 compañías ahora solamente hay una que conserva la tradición.
Otros casos son la danza de los rubios, la danza de los Tecuanes o culto al dios Jaguar de Acatlán de Osorio, la danza de los jóvanos, que bailan en época de carnaval; o de los colorados, de la comunidad de Santa Catalina Ilamacingo, así como los jolos, de una comunidad migrante, entre otras más.
Camaño Cruz expuso que, en su tercer año, el festival se realizará en el cerro de Labor, en el municipio de San Jerónimo Zayacatlán, ubicado en el sur del estado de Puebla. “El cerro es una de las entidades sagradas para los pueblos ñuu saavi, por que anteriormente en las culturas mesoamericanas los cerros eran santuarios donde subían los danzantes y músicos a hacer la petición de lluvia; esta tradición se está recuperando”, dijo.
Acompañado por Fernando Ríos Rocha, director de Artes y Fomento cultural de la Secretaría de Cultura y por don Ernesto Flores Hernández, patrimonio cultural vivo que preserva la música tradicional de la región, Yoringuel Camaño Cruz completó que en el cerro se dice además que vive una vívora que rodea y es la guardiana del pueblo; incluso, biólogos han señalado que existe un canal de agua en el cerro de Labor.
El festival, destacó el promotor cultural, no es resultado ni tiene el apoyo de programas federales como el Profest o el Pacmyc, sino que resulta de la unión de comunidades mixtecas, de los municipios que reúnen fondos y de la misma cooperación de los danzantes que participan en el festival.
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Informó que este año el estado de Chiapas es el invitado, con la presencia de más de 100 parachicos de Chiapa de Corzo, que bailarín y subirán a venerar a las deidades de ñuu savi, del “pueblo de la lluvia”.
De paso, acudirán representaciones de 10 municipios aledaños a San Jerónimo Xayacatlán, de Oaxaca y Guerrero, todos mixtecos. En conjunto, danzantes ofrecerán 12 horas continúas de baile el próximo sábado 8 de marzo a partir de las ocho de la mañana, siendo el único festival de su tipo a nivel regional.