Fuentes cercanas al gobierno de Miguel Barbosa Huerta informaron a esta casa editorial que es errónea la información que dio a conocer este lunes la directora de Museos de Puebla, Anel Nochebuena, al afirmar que el traslado de piezas de la exposición Tesoros del Vaticano al estado de Coahuila se dio bajo la actual administración.
En entrevista, precisaron que la fecha en la que la exposición llegó a Coahuila fue en junio de 2023, hace un año.
Para entonces, Barbosa Huerta tenía seis meses de haber fallecido cuando se presentó la muestra en Coahuila, por lo tanto, señalaron que la negligencia no ocurrió durante la administración pasada, sino en la actual.
Puntualizaron que el convenio firmado entre el gobierno de Puebla y la Archibasílica de San Juan de Letrán, en Roma, fue para que las 91 piezas vinieran a la entidad y “no incluía cláusula para que fueran a Coahuila, eso ya no nos correspondía a nosotros”.
Explicaron que el acuerdo era que la exposición estaría en Puebla durante cuatro meses, tras su inauguración el 17 de diciembre de 2022, pero señalaron que el gobierno de Salomón Céspedes Peregrina decidió extenderlo hasta junio.
De acuerdo con un comunicado del gobierno federal, la exposición “Descubriendo el Vaticano. El tesoro de San Juan de Letrán” llegó al Museo Regional de La Laguna (Murel), el 29 de junio de 2023.
Las autoridades de Coahuila informaron que realizaron las gestiones ante la embajada del país en el Vaticano, encabezada por Alberto Barranco Chavarría, y la Nunciatura Apostólica de México.
La muestra, compuesta por más de 100 objetos litúrgicos, pertenecientes al acervo de la Archibasílica de San Juan de Letrán, ubicada en Roma, Italia, se exhibió en la ciudad de Torreón.
La directora del Murel, Gretel de la Peña Villarreal, precisó en su momento que la colección de arte, también de historia y religiosidad, tuvo su primera itinerancia en México, en 2022, luego se presentó en el Museo Internacional del Barroco, de Puebla, y después llegó al Museo de La Laguna.
La funcionaria coahuilense enfatizó que algunos de los objetos datan de hace 1700 años, lo que lleva a los visitantes a contemplar la evolución del arte sacro desde ese tiempo hasta nuestros días.
La colección se integra de objetos como un cáliz del papa Pío XI, el anillo papal de san Juan Pablo II, y sobresale un relicario que contiene una espina de la corona que le fue colocada a Jesús, previo a su crucifixión; otro con restos del cippus o columna de flagelación, donde se cree que Jesucristo fue atado para ser azotado, y el resto guarda reliquias pertenecientes a los santos Juan Bautista, Juan Evangelista, Francisco de Asís y Felipe Neri.
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